Sepúlveda ha dado esta jornada su último adios a Victor Barrio entre aplausos y los gritos de !torero! !torero», en una vuelta al ruedo clamorosa del féretro con sus restos mortales a la plaza de España de la localidad. El féretro llevado en hombros por sus compañeros ha descendido la escalinata de la iglesia de San Bartolomé y ha iniciado esa última vuelta al ruedo, entre las lágrimas de los toreros, hombres hechos y derechos que no han podido ocultar su dolor, en ese último acto homenaje a la figura de Victor Barrio.
En Sepúlveda se ha dado cita todo el mundo del toro para despedir a Victor Barrio, que ha tenido el reconocimiento de toda la profesión. Allí han estado Enrique Ponce, Julian López El Juli, David Mora, Jose Maria Manzanares, Curro Vazquez, Cayetano Rivera Ordoñez, José Tomás, Uceda Leal, Joselito, Juan Antonio Ruiz Espartaco, Pepín Liria, así como, Curro Díaz y Morenito de Aranda, que compartieron cartel en esa fatídica tarde de Teruel. Además del matador de toros cuellarano, Javier Herrero, El Fundi, Rafaelillo, Victor Puerto, Esaú Fernandez, Leandro Marcos, López Chaves, El Soro, Jaime Ostos , Palomo Linares y muchos toreros de plata. En todos ellos se reflejaba en sus rostros el dolor.
Muy pocos han hablado. Entre ellos Enrique Ponce, que ha señalado que «todos los toreros se han dado cita en Sepúlveda para reconocer el valor como persona y como torero de Victor Barrio». Especialmente emocionado, Curro Díaz señalaba a cuellar7.com «no tengo palabras». Morenito de Aranda, compañero y amigo, estaba roto de dolor. La tristeza era visible en cada gesto de los toreros, Cayetano, Jose María Manzanares, Miguel Ángel Perera, David Mora, Luguillano, etc. Todos ellos se repartían abrazos entre lágrimas de dolor. Un dolor compartido por el pueblo de Sepúlveda.
El torero de Galapagar, José Tomás, permanecía casi desapercibido en un rincón de la plaza. Y entre los que ha hablado, Joselito, que ha realizado la siguiente reflexión: «es la crudeza de la vida, después de esta desgracia me siento un privilegiado, he conseguido ser figura del toreo, ser respetado, cumplir mi sueño». Y por otro lado señalaba, «la crudeza de esta profesión, de los que luchan por alcanzar ese sueño, y mueren …es triste pero merece la pena».
Y envueltos en esa tristeza. En el silencio tan solo roto por las lágrimas de dolor de la familia de Víctor en la despedida del féretro, los vecinos de Sepúlveda y la comarca han despedido a su torero, «un torero de los pies a la cabeza», que ha encontrado la muerte en la plaza por conseguir su sueño de «ser figura del toreo». Tristemente ha pagado con su vida ese sueño de alcanzar esa gloria que no pudo alcanzar en los ruedos. Pero para quienes hemos tenido la oportunidad de verle torear nos queda en el recuerdo sus tardes de gloria !torero».
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