Imagen del calendario del 2016.
Artículo de opinión de Jesús Eloy García Polo
En el calendario que publica cada año el Ayuntamiento pretende mostrar una postal de lo mejor de Cuéllar. El motivo inicial de su edición fue el de servir de reclamo turístico en ferias y oficinas turísticas. En él han aparecido el Castillo, las Murallas, los Encierros, rincones de la naturaleza… Este año han elegido una expresiva foto de César Quintanilla en la que, supuestamente, nuestros gobernantes ven la mejor expresión de lo que Cuéllar tiene para ofrecer.
En este sentido me he esforzado por leer la imagen. Aparece una torre de iglesia (La Cuesta), una manada de toros reposando y cuatro caballistas estáticos conversando sobre cualquier cosa que venga al caso. Son tres símbolos de lo que parecen ser los tres elementos fundamentales que, desde hace tiempo, ocupan y preocupan a nuestro Ayuntamiento: las manifestaciones religiosas, los temas taurinos y el entretenimiento del personal en conversaciones banales, que no levanten polvaredas.
El suelo de la foto, que representa el presente que pisamos y vivimos, está reseco, soso y sin ningún interés. El cielo, el futuro que se levanta ante nuestra mirada, es plomizo, vacío, sin ningún protagonismo en la instantánea, a pesar de que ocupa más del 50 por ciento del espacio. Más que un cielo parece una losa sobre los personajes de la foto.
La imagen carece de colorido y de movimiento, como nuestra realidad presente. Los cuatro personajes mantienen una actitud de desgana, desinterés, mirada perdida y de aceptación pasiva de lo que hay. Nos representan a la mayoría de los cuellaranos.
Han acertado en la elección del calendario. Refleja, como ninguna imagen anterior, la realidad de Cuéllar en 2015 y lo que se nos avecina para 2016. Esperamos que nuestras procesiones sigan creciendo en protagonismo, como evento social y cultural. Esperamos que los encierros, y sus circunstancias, ocupen buena parte del interés informativo y asociativo del personal, durante los meses venideros. Y esperamos que las tertulias de cada cual sean tan interesantes y motivadoras como la que parecen mantener los caballistas de la fotografía.
Desde el Ayuntamiento ya nos dibujan el futuro que prevén para nosotros en el año próximo. ¿Y si acertaran? Feliz 2016.
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