No todos los días se puede escribir de poesía. Este domingo si, porque una joven de 15 años, Amanda San Román, recogía este sábado 30 de enero el premio de poesía Jaime Gil de Biedma, de manos del alcalde de Nava de la Asunción. Y ella, mas bien tímida, confesaba sentirse un poco nerviosa a la hora de recibir el premio, «aún no me lo creo que se monte este espectáculo para darme un premio a mi», decía Amanda. En un acto en el que como es tradicional se daba lectura a los poemas de Jaime Gil de Biedma.
Y así un poco nerviosa, leyó su «Elegía a Germán el Tiñoso» que ha sido el poema ganador de esta edición, entre las 283 obras presentadas. Después. Ya mas tranquila, afirmaba que este premio no le ha cambiado la vida, piensa seguir escribiendo, leyendo que es lo que mas le apasiona «quiero leerlo todo, conocerlo todo, o casi todo». Nos cuenta que sigue escribiendo. Ha escrito una «Oda a una silla», y entre sus planes figura publicar sus poemas,(ha tenido una oferta de unan editorial) aunque señala que no hay nada definido.
Y seguirá escribiendo, señala sobre «lo que me produzca algún sentimiento». Como le ocurrió con su «Elegía a Germán el Tiñoso«, tras leer la obra de Miguel Delibes:
El Tiñoso ha muerto.
El Tiñoso ha muerto, padre…
No llores por él, Mochuelín,
que cedió Germán su cabecita
del hueso calvo a la baba
del caracol, al tordo, a la perdiz,
al sabor de una cicatriz,
a la poza cantora,
a la vía del ferrocarril…
Murió el Tiñoso
en edad de morir con años perrunos,
murió el Tiñoso en ríspida
valentía tras el tonto de agua infeliz.
¿Por qué, culebrilla,
no sucumbiste tú a la tierra
desgranada, gusarapo, muerte,
en vez de dejar que sea Germán
quien torne polvo y caliza
y huela madera y húmedo,
y cerrada oscuridad?
Ay, mal bicho,pero ¿ que hiciste
con las manitas pálidas,
nariz macilenta,
con el jilguero,con el destierro
del mundo, con el lamento,
con los borbotones del tañido
seco, desgraciado y regular…?
Tú dejaste que él pisara fría eternidad
en forma de nada.
El Tiñoso ha muerto…
Llora la Guindilla, llora Quino, llora Daniel.
Llora Rita, llora Andrés, llora don José.
Llora Roque, llora Uca-Uca,
lloro yo, llora todo ser.
Si el valle te dio dulce
ambrosía en tus largos días,
te quiso dar también traición,
alevoso pie, sobre los pérfidos líquenes
de ultramar.De pecho en pecho,
no hay muralla, no hay seguro,
no hay soga diurna allegada
a tu cintura.Tampoco había yerro.
Ahora dormirás la noche mas larga
en tu vieja cabaña
sede del hueso oscuro y
el olvido polvoriento
y tibio, solo Germán…
Firmó la obra bajo el seudónimo de Petra Cotes. Y afirmaba que piensa seguir presentándose a certámenes de poesía, apoyada por su familia, y su profesora de Literatura. Acudieron también sus amigas. «Ellas saben que tengo esa historia con la literatura», señalaba Amanda, que con total naturalidad firmó gran cantidad de autógrafos. Todo un encanto. Cumplirá 16 años el próximo mes de agosto.
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