Pañuelo rojo en el monumento a los encierros.
Sábado de toros en el que hasta el cambio meteorológico, con la bajada de las temperaturas, ha añadido esa tristeza que se nota en el ambiente y en las calles de la villa cuellarana en este año 2020. Sin el calor de costumbre en una jornada sin precedentes en la historia de más reciente.
Todo es tan extraño, que ni hay colas en los supermercados, para las compras de última hora. Y por contra, se ven las prisas de algunos por introducir las maletas en los coches para irse de vacaciones. Vacaciones cortas, según información de las agencias de viajes, con destinos preferentemente a las playas del Levante a las que este año se han sumado los que escapan de las «no fiestas», como consecuencia de la pandemia del Covid-19.
Por otro lado, entre los que se quedan, los más nostálgicos no han podido evitar en sábado de toros, ponerse el pañuelo rojo al cuello para ser fieles a la tradición. Y a pesar de esa tristeza que se respira en el ambiente, alguno no se ha resistido y ha colocado el tradicional pañuelo rojo al corredor del monumento a los encierros.
La recomendación como todo el mundo conoce es evitar cualquier tipo de celebración y limitar al máximo las concentraciones de personas (no deben superar las 10 personas). Incluso en municipios aledaños a Cuéllar, como es el caso de Sanchonuño, un bando municipal recomienda a los jóvenes no acudir a la celebración de las «no fiestas» cuellaranas para no reunirse con otras personas» .
Foto: Mario Sancho. Pájaro en concierto en Cuéllar.
Así son las cosas en este sábado de «no toros» en la villa cuellarana. En la víspera, el guitarrista sevillano «Pajaro» interpretaba una magnífica versión del poema de Rafael Alberti «A galopar» en un ambiente casi gélido para finales de agosto. Sin embargo, este año 2020 «con mucha tristeza» no viviremos el galope vibrante de toros y caballos en los encierros.
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