Antonio Serrano, en un momento de su concierto en Cuéllar.
El armonicista Antonio Serrano abría este fin de semana el ciclo de conciertos A todo Ritmo, en Cuellar, con un viaje por las músicas que han marcado la trayectoria personal de este genio y virtuoso de la armónica. Un viaje que nos llevó por los caminos, primero del jazz, después del blues, y otras músicas del mundo, que encantó a un público absolutamente entregado, que respondió al efecto llamada de este nuevo ciclo, llenando casi la sala de conciertos. Y lo hizo de tal manera que el viaje al final se nos hizo corto, aunque fue de largo recorrido.
Serrano empezó el concierto interpretando temas de su primer trabajo en solitario, Harmonious, con versiones de temas de Gershwin, para continuar por el camino de la música clásica, con un leve apunte, y lucir especialmente en su incursión por el blues, y la música de Pat Metheny , donde dejó patente la magia de un instrumento como la armónica. Como también pudimos disfrutar en una versión del «In The summer time», y con la interpretación de dos magníficas versiones de las bandas sonoras de las películas «Dos hombres y un destino» y «El Golpe».
El concierto no requería pausas, pero las hubo. Serrano estuvo brillante porque es un músico soberbio y domina todos los registros, y hay que ver las cosas que se pueden hacer con una armónica de 20 euros, empleando sus propias palabras. Y demostró que es algo mas que un músico que ha acompañado a grandes intérpretes, como Paco de Lucía, Carles Benavent, Federico Lechner, etc., y lo hizo con creces, demostrando que es, como se dijo en la presentación del concierto, un músico como la copa de un pino. Y además, como regalo final dejo su sello personal en una fantástica versión del «What a wonderfull world«de Louis Armstrong. Y fue maravillosa.
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