La organización agraria ASAJA ha hecho un balance negativo del año agrícola, un año el que la renta agraria de 2014 ha caído el 7,1%, por la intensa caída que ha registrado el sector predominante en nuestra Comunidad, el cerealista, que ha soportado una campaña muy mala, tanto en producciones como en precios.
ASAJA considera que «en contra lo ocurrido en años anteriores de la crisis económica, en los que gracias al repunte de la agricultura se salvaba al menos en parte la debacle del Producto Interior Bruto (PIB) regional, este año los agricultores han sufrido un duro varapalo económico, que repercute tanto en su economía familiar como en el entorno rural, puesto que se reduce su capacidad de inversión”.
Además, de la mala cosecha cerealista, y de los malos precios del girasol y del maíz, ASAJA ha subrayado el catastrófico año que ha vivido el sector de la patata, con unos precios ínfimos que en muchos casos ni siquiera han compensado el arranque, aunque se olvidan desde esta organización de los bajos precios del resto de las hortalizas.
Cultivos en la zona de El Carracillo.
Y solo se destaca en el lado positivo, que el 2014 ha sido un buen año para los forrajes, gracias a la lluvia que se ha repartido a lo largo de los meses, e incluso en estas fechas todavía en muchas zonas de la región hay forrajes y pastos disponibles, lo que ha abaratado considerablemente los costes de producción de los ganaderos.
Y en otro contexto, el 2014 ha sido un año intenso de negociaciones para cuajar la normativa nacional que vertebrará el nuevo marco de la Política Agrícola Común, que regirá hasta 2020 y un año también de sobresaltos por las dificultades que pone Bruselas para acotar, que las ayudas den total prioridad a los profesionales del campo, tal como reclama ASAJA Castilla y León.
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