La Corporación de Cantalejo ha procedido esta jornada al cambio de las placas de ocho de sus calles que conservaban hasta esta fecha, denominaciones de la época franquista. Maximo san Macario, alcalde de la localidad, señalaba que la medida trata de «cumplir con la Ley de Memoria Histórica», que ha recordado establece, que todas las administraciones públicas deben adoptar medidas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la Guerra Civil y la dictadura franquista.
La jornada elegida ha sido este 11 de febrero. Entre mas expectación mediática que de los propios briqueros, que unos con curiosidad y otros sin detenerse han contemplado el cambio de nombre de las calles. Para San Macario sencillamente «ha llegado el momento de hacerlo», pero ha habido quienes al contemplar la escena han señalado que « las tenían que haber dejado, no me hace mucha gracia» , «no me estorbaban, tenemos que bailar al son que nos toque», decían dos señoras de edad avanzada. Y otros, como el caso de un hombre, han protestado airadamente «quitar los letreros de toda la vida, la madre de Dios que verguenza!». Mientras algún nostálgico, al hacerse pública la medida, «ha aprovechado para llevarse las placas de la calle Falange Española».
Pero el cambio de las placas de las calles, ha pasado casi desapercibido para mayoría de los vecinos, de no se por la presencia de los medios y las cámaras de televisión, que han seguido con detenimiento los trabajos de los operarios municipales en la retirada de las placas. En total han sido ocho las placas que se han cambiado la plaza General Franco y las calles Falange Española, General Mola, 18 de Julio, 17 de Julio, General Queipo de Llano y José Antonio, y la calle Generalísimo, de Aldeonsancho, que pasarán a denominarse a denominarse plaza de los Briqueros, calle de los Novillos, El Viento, Siertería, Empedrada y calle Aranda de Duero, Villa Cuéllar, y El Panarro.
El destino de las placas retiradas serán, según San Macario, los fondos del archivo municipal, y su cambio por las nuevas ha supuesto un coste de 500 euros a las arcas municipales. Pero no se han cambiado todas porque la localidad seguirá conservando calles con claras referencias a la época franquista, como son las que llevan los nombres de los generales, Varela, Moscardó, además de las plazas de Alemania, Italia y Alcazar de Toledo, o las dedicadas a Los Legionarios y a Onésimo Redondo, que fue uno de los referentes de la doctrina franquista.
11 febrero, 2016
No hubiera estado mal, que en Cuéllar hubieran puesto la tilde también. ¿Nadie revisa nada, o es que cada vez somos más ignorantes?.
16 febrero, 2016
SOLO PUEDEN ESTAR EN DESACUERDO AQUELLOS QUE NO TENGAN UN POQUITO DE MEMORIA,POR TANTO
EL QUE QUIERE OLVIDAR SU hISTORIA,ESTA CONDENADO A REPETIRLA.
ESPERO Y DESEO QUE TOMEN NOTA, POR EJEMPLO CUELLAR, MI QUERIDO PUEBLO, QUE NO ES PUEBLO,
QUE ES VILLA. SALUD Y UN SALUDO DE COMPAÑERO