Foto: Daniel Martín de Blas. Festeamus arrancó con el concierto de Ursaria.
Volvieron esta semana los Micros de Poesía como un paso más hacia la vida que quiere ser normal. Fue el primer acto cultural en un verano que será diferente, raro y extraño. Se celebraron al aire libre, como mandan todas las prudencias, en el espacio de lo que en su día fue “La Huerta de la Alegría”. Ése mismo era el tema central de las intervenciones.
Nada mejor que la alegría para levantar un poco el ánimo después de casi cien días de confinamiento. Hablando de la alegría fuimos desde Miguel Ríos hasta Neruda, pasando por Sor Juana Inés de la Cruz o José Agustín Goytisolo. Hubo música, textos y reflexiones personales. Todo en medio de una preparación rigurosa, separación de mesas y sillas, mascarillas de diseño y sobre todo, hubo muchas ganas de volver a retomar lo mejor de la vida pasada para que el futuro sea más llevadero.
Foto. Jesús Eloy García. Micros abiertos de Poesía.
En esa vuelta a la normalidad, con idénticas medidas de seguridad, comenzaba la celebración del certamen de teatro y música Festeamus, que arrancó con el pasacalles y concierto del grupo Ursaria, ante un centenar de espectadores, que disfrutaron de la más pura esencia del folk con estos madrileños.
El certamen continúa esta jornada con distintos talleres y el concierto de la banda El Puntito Canalla. Se trata del primero de los certámenes de este verano en la villa cuellarana. Un verano cultural en el que desde la concejalía de Cultura no ha avanzado la programación, pero en el que van a tener especial protagonismo los grupos y artistas de la localidad.
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