La villa de Coca volvió a revivir este lunes 15 de agosto la tradición de la suelta del toro del Clérigo, un tradición que se remonta al siglo XV, en la que según documentos, el clérigo y presbítero de Coca fue denunciado “por contravenir los preceptos y correr los toros en la villa subiendo a cuerpo a ellos”. Esta tradición se ha recuperado en esta localidad y se conmemoraba en la jornada de ayer con la suelta de tres toros, dos de la ganadería El Pilar, y el del Clérigo de la ganadería del Puerto de San Lorenzo, por las calles de la localidad.
Como viene siendo habitual en las fiestas de la provincia, antes de la suelta de las reses, se guardó un minuto de silencio en recuerdo y memoria del matador de toros Víctor Barrio y del recortador de Navalmanzano, Juan Carlos Otero «Gallo», fallecidos recientemente. Y los componentes de la asociación taurina de San Roque recibieron a los toros con el gesto simbólico de llevar un clavel y luciendo una camiseta que llevaba impresa los nombres de ambos y la leyenda «no os olvidamos, siempre en nuestros corazones».
La suelta de las reses se realizaba, como viene siendo tradicional, desde la plaza del Arco, para una vez pasado el arco seguir el camino en dirección hasta la plaza de toros de la localidad, en un recorrido paralelo a las murallas, que se encontraba lleno de público a lo largo del vallado para presenciar los cortes de los mas valientes ante los toros de estas prestigiosas ganaderías. Los vecinos de Coca celebran esta jornada la fiesta de San Roque, con la tradicional misa y procesión y una paellada popular organizada por las peñas de la localidad.
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