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Colores de Bretaña y Normandía (3)

  • Menez Dregan

Andanza 3 

“Kosmopolites eimí. Soy ciudadano del mundo” Diógenes

Estamos en la costa llamada Armórica desde antiguo. Es  tierra de dólmenes y construcciones megalíticas espectaculares. Hoy nos acercamos a Ménec Dregan, otro dolmen bien conservado, frente al mar en un lugar emblemático, camino de la Punta de Raf, el finis terrae francés. Este dolmen está sobre una profunda cueva muy estudiada por los arqueólogos porque han hallado restos de gentes prehistóricas de hasta 450.000 años de antigüedad. Hoy vemos la cueva al mismo nivel del mar pero, en esas épocas glaciares, ante la cueva se extendían amplias llanuras verdosas, habitadas por herbívoros que ofrecían sustento a estas gentes del Paleolítico. Estamos ante un lugar habitado con continuidad por gentes muy diversas hasta llegar a los constructores de dólmenes. También aquí podemos adivinar cultos, rituales, creencias… pero poco más. Simplemente podemos respetar el misterio y admirar las construcciones que nos revelan su sociedad organizada hace más de 5000 años. 

La turística Punta de Raf son una serie de acantilados de escasa altura que se van alargando ante un mar bravío. Está catalogada como “Grand Site de France”. Es un espacio natural de landas, suelos pobres y degradados, protegido por la diversidad y la riqueza de sus hábitats, que se extiende por todo el Cabo Sizun, el gran pico que vemos en el mapa del suroeste de Bretaña. Para nosotros es poco comparable a la grandiosidad del Finisterre gallego, salvo en su aspecto mítico. Estas zonas, llamadas comúnmente celtas, siempre han estado comunicadas entre sí, desde Irlanda y Gales, al otro lado del mar hasta nuestra Galicia, tierra también de nieblas y de hortensias. El mismo Camino de Santiago sería para algunos una primitiva ruta de comunicación entre pueblos celtas, de ahí su rápido y extraño crecimiento en una época de escasas comunicaciones y caminos.

Punta de Raz.

Todo el paisaje es muy sugerente. Hay algún faro, islas que aparecen y desaparecen con la niebla, un monumento religioso con una imagen de la Virgen de los Naufragios. Algunos se inclinan respetuosamente y rezan. El emplazamiento es magnífico. La Virgen estará contenta con estas vistas. Siguiendo nuestro camino nos encontramos la Capilla de Saint Tugen, en realidad una gran iglesia que nos enriquece el día. Está abierta, como la mayoría de los templos que encontramos, atendida por voluntarios de una asociación que la mantienen como un museo perdido en el tiempo. Al igual que casi todas las construcciones que vemos por Bretaña pertenece al llamado gótico florido, el gótico final que se llenó de adornos y florituras. Estas iglesias son el testimonio de una época rica en esta zona, una época en que floreció sobre todo el comercio marítimo en los puertos más abrigados y extendió su riqueza a todas las zonas rurales. Cada lugar ha tenido esa época de esplendor. Podemos asimilarla a nuestro siglo XIII que llenó toda nuestra zona de construcciones mudéjares o también recordar nuestra época barroca que pobló de retablos, capillas e imágenes todos los lugares posibles donde manifestar el poderío junto a  la devoción.   

El lugar es muy agradable y nos detenemos a hacer una comida campestre a la sombra de la florida torre gótica. Unimos los quesos y patés propios del lugar con el vino que hemos traído del lugar propio. El maridaje es perfecto. Los viajeros siempre enriquecen las costumbres.

En nuestra ruta no pensábamos que terminaríamos asistiendo a misa esta tarde, pero así rueda el destino y en Comfort-Meillars, un pueblo de cierta población, coincidimos con una breve procesión que nos lleva a la Iglesia, también gótica florida, donde permanecemos durante el oficio, admirando el templo y escuchando una música que  nuestros templos no suelen prodigar.

La Iglesia está llena con gente de toda edad y condición. Nos llama la atención en esta Francia laica. Todas las iglesias y catedrales son del Estado. La mayoría están abiertas y son gratuitas. Se rehabilitan con fondos estatales y parece que no hay grandes problemas entre los propietarios y los usuarios. Una situación parecida se da en Portugal, otro país laico donde tampoco hay conflictos y enfrentamientos con la jerarquía eclesiástica, como en la católica España. En nuestro país cuando una iglesia necesita rehabilitación se considera un patrimonio de todos y se financia con dinero público. Cuando el monumento está rehabilitado la Iglesia Católica recuerda que es la propietaria y que decide los usos, la apertura, los horarios y los precios. Sufrimos esta situación esquizofrénica cada vez que se niega un templo para celebrar un concierto  u otra actividad cultural.

Terminamos el día en un lugar muy tranquilo, Locronan, que es reconocido como uno de los pueblos más bonitos de Francia. Es otro de esos lugares que lo han dejado “ a estrenar”. Casas de piedra típicamente bretonas, trazado medieval, priorato con iglesia gótica, tiendas muy coquetas, calles inmaculadas, sin cables ni aditamentos por ningún lado… Ha sido elegido para rodar por varios famosos directores de cine. Es un pueblo únicamente para el turismo donde ya no queda nada de vida propia, como he comentado al hablar de Rochefort-en-terre. En España cada vez tenemos más pueblos de este tipo, donde el turismo ha anulado el menor rastro de la antigua vida popular. 

Autor: Jesús Eloy García Polo

Muévelo

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