Editado Por Redacción Cuéllar en Jun 26, 2016

Cozuelos de Fuentidueña celebra este fin de semana la fiesta de la Minerva, una tradición religiosa que tiene sus orígenes en la celebración de las primeras ceremonias religiosas de los cristianos, y que se ha conservado hasta nuestros días con esa misma denominación, y sacando en procesión a la Custodia del Santísimo. Esta tradición tiene tanto arraigo popular en Cozuelos, que los balcones de sus casas lucían engalanados con flores y mantones, y una buena parte de sus calles estaban cubiertas con un manto de flores aromáticas para el paso de la procesión.

La procesión como es tradicional salió de la iglesia de la Asunción, bajo un sol radiante, a los sones de la dulzaina y tamboril y fue acompañada de  una gran cantidad de danzantes hasta la plaza Mayor, donde a las puertas del ayuntamiento, tuvo lugar la ceremonia religiosa y se lanzaron pétalos de flores desde los balcones de la casa consistorial. Para después, regresar al templo, con  mas danzas y con la incorporación de los hombres a la hora de bailar, ya que hasta ese momento las mujeres de Cozuelos, vestidas con sus mejores galas, eran las protagonistas mayoritarias de los bailes en honor al Santísimo, que brillaba de una forma radiante bajo el sol.

Bailó hasta el Presidente de la Comunidad de la Villa y Tierra de Fuentidueña, el popular Chema Bravo, dejando al margen la campaña electoral. Y por cierto no lo hacía nada mal, y el sol aguantó poco mas de la entrada de la procesión de nuevo en la iglesia, porque enseguida el cielo se tiño de una nubes negras amenazantes de una tormenta, que se desató poco mas tarde en forma de granizo,  a la hora del tradicional vermut, y obligó a los vecinos de Cozuelos a recogerse en sus casas a disfrutar del plato tradicional del día grande de la fiesta en Cozuelos, que en todas las casas es el lechazo asado.