La excavación arqueológica realizada en la villa de Cuéllar en 2016, en la zona de Las Iglesuelas, viena a arrojar nuevos datos del pasado medieval de la villa cuellarana. Unos hallazgos que vienen a retrotraernos a la plena Edad Media, entre los siglos VI y VIII, a la época visigoda.
En la excavación realizada se han descubierto unos espacios sub-rectangulares subterráneos de lo que serían los fondos de las cabañas de una pequeña comunidad, que vienen a confirmar la presencia de población altomedieval en Cuéllar (que aún no estaba documentado), una vez que desapareció la dominación romana.
Los restos descubiertos muestran lo que podría considerarse como un asentamiento rural aislado con varias cabañas agrupadas en un espacio familiar definido por sus habitaciones rehundidas en el sustrato geológico, que por tener esta característica se han podido conservar. Estos espacios revelan además la existencia de silos excavados en el subsuelo para almacenar alimentos.
Según el estudio realizado por el arqueólogo Domiciano Vega, este espacio fue ocupado por varias generaciones al comprobar que se han producido superposiciones en las construcciones. Se han encontrado fragmentos de tejas, baldosas y cerámica, así como un pozo de planta cuadrangular. De los 500 m2 excavados, según Vega se trataría de «un espacio rural aislado, comparable a una pequeña granja, aunque con toda seguridad su extensión fue mayor».
Se descubre de esta manera una nueva clave, la huella de los visigodos, en el pasado medieval de la villa cuellarana.
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