Calle Camino de la sinagoga, con la torre de San Esteban como fondo.
Uno de los proyectos que puede relanzar el turismo en Cuéllar, en este año recién estrenado 2016, es la pretendida integración de la villa en la Red de Juderias, una red de ciudades que integran 24 localidades de todo el país unidas por los lazos históricos de su patrimonio judío. Y para ello el municipio tendrá que presentar su candidatura en este 2016, que es cuando se abre el plazo por parte de esta Red, Caminos de Sefarad, para estudiar las nuevas incorporaciones.
Este proceso, que se abre tras una moratoria de cinco años, se realiza en la práctica mediante un concurso oposición, en la que se valora la solicitud presentada por parte de un Comité científico, que será el encargado de valorar si Cuéllar cumple los requisitos que se exigen. Y que pasan por valorar la puesta en valor de su patrimonio de origen judío, y de su capacidad económica para participar en los proyectos que realiza la red en la promoción la cultura judía.
Entre esos requisitos que deben cumplir las ciudades de la Red está el compromiso de cada una de ellas de destinar una parte de su presupuesto a la recuperación de su patrimonio y su puesta en valor con la organización de ciclos culturales, ( Festivales, conciertos..) para contribuir a la difusión de la cultura judía. Un camino que Cuéllar ha comenzado de forma modesta con el inicio de la recuperación de algunas de las calles de la antigua Alhama judía, en la que ya brilla la estrella de David, desde el pasado mes de Noviembre, cuando se daba nombre a dos de las calles de la antigua judería de la villa.
Enterramientos de origen judio en el entorno de San Esteban.
Pero en este sentido, en la recuperación de la antigua judería de Cuéllar queda mucho por hacer, en una zona del casco antiguo en la que muchas de las edificaciones están bastante deterioradas, y que comprende desde el arco de la Judería, y sigue por la calle del mismo nombre hasta la calle San Esteban, que bordea la iglesia. Y continua por un lado hasta el Arco de San Andrés, una de las puertas de la muralla de la villa, y por el otro hasta la Plaza del Mercado del Pan y, desde allí, hasta la calle de la Magdalena. Y por ahí por esa necesaria recuperación de ese entorno, pasan los planes de la Corporación municipal, de cara a integrarse en la red de los Caminos de Sefarad.
Algunos solares del entorno presentan esta imagen.
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