Editado Por Opinion en Abr 28, 2016

La-realidad falseada de los políticos.

Señores políticos, no merecemos esto. Votamos hace ya más de cuatro meses. Desde entonces en la Tierra de Pinares todos hemos hecho nuestro trabajo. Los parados se han buscado la vida. Los que tienen trabajo han acudido puntualmente a sus tareas. Los jubilados han paseado y cuidado su salud. Nuestros hijos han asistido a sus escuelas e institutos. Hemos hecho música, cultura y fiestas. Hemos pagado religiosamente nuestros impuestos. Hemos atendido a nuestros mayores para que sigan disfrutando de la vida… Todos hemos cumplido nuestros deberes de cada día. Ustedes ¡NO!, señores políticos. Después de las elecciones en las que participamos masivamente ustedes tenían la obligación de dialogar, negociar y entenderse para formar un Gobierno que fuera un reflejo de un electorado normal, ni siquiera tan variopinto como en muchos países de Europa. La primera tarea del Parlamento era conseguir un Gobierno que encauzara un futuro tan gris.

Ustedes no han sido capaces de hablar de nuestros problemas. Únicamente han estado enrocados en “sus problemas”, sus egos, sus repartos, sus cálculos y sus estrategias. Apenas han hablado de programas y medidas concretas. Nadie se ha acordado de nosotros, que les votamos en diciembre. Han puesto de manifiesto su inutilidad para esta tarea. Estamos hartos de sus cínicos postureos, sus declaraciones vacías y sus ruedas de prensa para llenar telediarios. Por eso, si ustedes fueran ciudadanos honrados, deberían marcharse y dejar ese puesto de trabajo a otros más capaces. Es lo más coherente cuando alguien no está preparado para desempeñar la tarea que se le encomienda.

La-vida del congreso fue un soplo.

Como niños maleducados ahora empiezan a echarse la culpa los unos a los otros por estos cuatro meses perdidos. Nadie reconoce su incapacidad y sus errores. Ustedes han representado una obra de teatro mala y muy cara, que nosotros hemos pagado. En ese corral de comedias hemos visto una obra de enredos sin gracia, un sainete de chulos y pícaros que viven del cuento.

Ustedes han desperdiciado la poca credibilidad y confianza que tenían como políticos. ¿Qué nos van a contar en la próxima campaña?, ¿Quién les va a creer?. Desde noviembre pasado, durante seis meses, hemos soportado la precampaña, la campaña y la postcampaña. Estamos cansados de ustedes, pero no de la política. Serán marionetas de un guiñol con guión de un tiempo ya pasado para un público que no acudirá. Nos martillearán en los plasmas, porque en ningún otro sitio tendrán oportunidad. Hablarán a un público ausente con un discurso vacío y gastado. Solo estarán allí las cabezas huecas con la misión de aplaudir.

La vida sigue.

Ustedes nos han sumido en un gran desastre porque se han llevado nuestra confianza. Y sin confianza no se puede hacer política. Casi nadie confía en los políticos y, lo que es peor, tampoco en la Política, con mayúscula, que es la forma de entendernos para organizarnos y poder vivir lo mejor posible. Han dejado todo sucio y lleno de barro para cualquiera que intente llegar a la política limpio y con buenas intenciones. Ya no será posible. A todos los asociaremos enseguida al mismo fango. Se necesitará mucho tiempo para limpiar este lodazal.

Sepan que la inmensa mayoría de nosotros estamos muy cabreados con ustedes y nos gustaría que se marcharan a otros trabajos, a sus clases y oficinas, donde puedan servir para algo. Por mi parte, no les voy a dedicar ni un minuto más. No necesito campaña. Ya tengo el voto decidido. Será un voto en blanco para el Congreso, porque, a pesar de ustedes, sigo creyendo en la democracia. Para el inútil Senado me abstendré porque, definitivamente, se ha convertido en un cementerio de elefantes y en la cloaca de los partidos.

Desde el Mar de Pinares: Jesús Eloy García Polo