Último festejo de la feria taurina de Cuéllar en el que el rejoneador Diego Ventura, con una gran actuación, salvó una tarde decepcionante por el mal juego de las reses de Manuel Blázquez que condenaron al fracaso a Diego Urdiales y Emilio de Justo en su presentación en la plaza de toros de Cuéllar.
Ventura continúa con su magia a pesar de haber perdido a uno de los mejores ejemplares de su cuadra recientemente y dio todo un recital en banderillas a lomos de Guadiana, el relevo del inolvidable Remate.
Clavó con acierto templando a la perfección las embestidas de los nobles toros de Guiomar Cortes de Moura y se llevó como premio un total de 3 orejas y la salida a hombros por la puerta grande. La única salida por la puerta grande conseguida en el ciclo taurino celebrado en la villa cuellarana.
De lo demás, solo basta decir que dos toreros de la clase de Urdiales y De Justo, que viene cosechando triunfos en todas las plazas, se estrellaron frente a la falta de raza y clase de los toros de Blázquez, que por su falta de presentación nunca debieron venir a Cuéllar.
Mal final para un ciclo, que no ha despertado el interés de los aficionados por la escasa afluencia de público en los tendidos. Como remate en la última jornada apenas se alcanzaba un tercio del aforo. Algo que debe invitar a una profunda reflexión.
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