Ya nos están calentando el panorama de la campaña electoral con temas irrelevantes, pero que sirven muy bien para que los políticos mediocres se ladren unos a otros. Así ha ocurridos con el tema de las banderas esteladas en la Final de la Copa o las visitas interesadas a Venezuela. Mientras tanto, todos evitan tocar los temas que decidirán nuestra política los próximos cuatro años. Estoy pensando en:
¿Qué va a ocurrir con los nuevos recortes a los que nos obligan los jerarcas europeos? ¿Nos subirán el IVA?
¿Cómo se va a garantizar el futuro de la Seguridad Social y de las Pensiones?
¿Cuáles serán las consecuencias de una Deuda Pública de un billón de euros, que ha superado el 100% de nuestro PIB, toda nuestra riqueza nacional, cosa que no ocurría desde hacía 100 años?
¿Qué van a hacer para evitar que los dineros de nuestros “ricos muy ricos” sigan escondiéndose en Panamá y otros paraísos fiscales?
¿Seguirán permitiendo que las sociedades de inversores potentes, conocidas como sicavs, solo paguen en torno al 1 % de impuesto de sociedades, todo legalmente?
¿Cuál es el futuro de más de cuatro millones de parados en una sociedad que cada vez necesita menos trabajadores?¿Por qué tenemos que enviar a nuestros jóvenes mejor preparados al extranjero?
¿Seguirán las empresas eléctricas forrándose a nuestra costa, con una legislación que les blinda sus privilegios en el mercado?
¿Continuarán las grandes empresas, Google, Apple, Facebook….y también Zara, evadiendo legalmente el pago de sus impuestos en el país donde obtienen los beneficios?
¿Explicará alguien por qué no se unen los países mediterráneos, endeudados y engañados, para hacer frente a Bruselas?
¿Quién planteará a las autoridades europeas que casi nadie está de acuerdo con su política de dar la espalda a los migrantes de guerras, pobrezas y explotaciones?
¿Hasta cuándo van a seguir la radio y la televisión pública al servicio del partido gobernante?
¿Qué van a hacer con nuestras obsoletas leyes educativas para crear una sociedad más igualitaria y más laica?
¿Continuaremos pagando a 266 senadores por sestear en una Cámara que tiene menos representatividad democrática que la Curia Vaticana?
¿Habrá inversión en Tecnología e Investigación o nuestros científicos tendrán que continuar financiándose con la caridad de asociaciones , con eventos deportivos o las colectas de voluntarios contra el cáncer…?
En la campaña nos mantendrán entretenidos con asuntos menores que la prensa magnificará para evitar los temas importantes. Seguirán hablando de Venezuela, del tamaño de la mesa del debate, del color de las banderas… Parece que harán realidad la frase de un conocido político “sabemos cómo salir de la crisis, pero lo que no sabemos es cómo ganar después las Elecciones”
Nuestros políticos son conscientes de que sus poderes son muy limitados. Apenas pueden decidir nada sobre las preguntas antes planteadas. Todos saben que después de las Elecciones les marcarán la agenda de trabajo desde Bruselas. Si alguno manifiesta alguna duda le invitarán a ir a Atenas a hablar con Txipras, para que se lo explique. Votamos para decidir muy pocas cosas. Ya no nos dejan votar las más importantes. No podemos elegir a la Comisión Europea, tampoco al director del Banco Europeo, ni a los ejecutivos del FMI. Los gestores de los grandes fondos de inversión no tienen cara, ni los “Mercados” tienen un rostro que dé explicaciones. Nuestros políticos se han convertido en los alguacilillos de toda esa gente. Les llevan el botijo, les hacen reír y les cortan el jamón.
Sabemos que esta casa, que llamamos país y España, ya no es nuestra. En esta casa los políticos solo pueden decidir si cambian las cortinas, pintan el salón o arreglan la gotera del baño. Pero la propiedad ya no es nuestra y las grandes decisiones tampoco. Hace tiempo que el poder ya no vive en La Moncloa.
Desde el Mar de Pinares: Jesús Eloy García Polo
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