El PSOE ha presentado una proposición no de Ley en el Congreso en la que solicita que se consolide la inclusión de los resineros en el Sistema Especial para Trabajadores por Cuenta Propia Agrarios (SETA) de la Seguridad Social. Y reclama también que “se acepte y regule la multi-actividad de trabajadores resineros que ya estén cotizando por otro trabajo, así como la multitarea de estos profesionales que ya coticen como trabajadores autónomos agrarios”.
Juan Luis Gordo explica que “la resinación se puede combinar perfectamente con otras actividades económicas en el medio rural, a tiempo parcial”, ya que “muchos resineros, en lugar de atender los 5.000 o 6.000 pinos que requieren una dedicación a tiempo completo, trabajan con un número inferior, generalmente 2.000 o 3.000”. Y por ello, “no tiene sentido que estos trabajadores tengan que cotizar en la Seguridad Social por el mismo importe que los dedicados a tiempo completo”.
Sobre este asunto, el diputado socialista argumenta que “existen fórmulas sencillas para garantizar que la Administración laboral conozca exactamente el número de pinos atendido por cada resinero y las producciones comercializadas, pues la Administración forestal autonómica tiene un control importante de la actividad, para garantizar que se realiza de manera sostenible, sin comprometer el futuro de los ecosistemas afectados”.
Gordo señala que “se necesita que este trabajo pueda ser atractivo, con unas condiciones de cotización a la Seguridad Social lógicas y coherentes con la actividad desarrollada”. Y subraya que “la actividad resinera permitiría crear empleos en áreas rurales desfavorecidas, garantizar el abastecimiento a la industria española y contribuir a la prevención de incendios forestales”. Y de este modo «puede ser una solución eficaz a la crisis económica, generando actividad económica en zonas rurales, que pueden absorber parte del desempleo de jóvenes o trabajadores de otros sectores”.
Y por último, ha recordado la importancia económica de esta actividad, ya que “la industria química y alimentaria nacional llegó a consumir, entre 2007 y 2009, sus años de mayor producción histórica, previa a la crisis económica, alrededor de 50.000 toneladas equivalentes de derivados de resinas naturales, procedentes de colofonia y aguarrás, importados de China, Brasil, Indonesia y otros países. El valor de estas importaciones superaba los 50 millones de euros”.
17 febrero, 2016
Importante es la fiscalidad y regimen de seguridad social que se aplique a este sector tan nuestro. La resina es ejemplo de desarrollo sostenible que genera empleo, sin producir residuos ni contaminación. Cuida y vigila nuestros montes, fija población rural y genera productos naturales. Y mientras todo esto sucede la Junta de Castilla y León a otras cosas, ni prestase un mínimo de interés por el sector, con estímulos y ayudas administrativas mejor que mejor, pero no, los resineros siempre han sido un colectivo poco afín electoralmente.