Artículo de opinión de Jesús Eloy García Polo.
Soluciones contra el paro, contra la corrupción. Rebajas de impuestos. Mejoras en Educación y Sanidad. Reconquista de los derechos laborales perdidos… Más y más promesas electorales que inundan los medios de comunicación en estos días de black Friday electoral. Pero ningún partido nos contará toda la verdad. Tampoco lo hicieron hace cuatro años y entonces ganó el partido que mintió mejor, cantó más milongas y nos presentó un futuro más dulce. Al día siguiente comenzó la pesadilla, de la que estamos despertándonos todavía.
Había un programa oculto del que nadie nos había hablado… “No soy partidario de subir el IVA”, “ ni un euro para los bancos”, “meteré la tijera en todo, menos en la Educación, la Sanidad y las pensiones…” Llegó la cruda realidad y llegó la subida del IVA, la entrega de miles de millones a los bancos, los recortes… Nos dijeron que eran necesarios para salvar a España de un rescate, que se presentaba como el ogro de la democracia.
Sigue habiendo un programa oculto. Aquel que tienen escrito los hombres de Bruselas, los conocidos “Mercados”, los hombres de negro y todos los que representan los oscuros poderes de los bancos y las entidades financieras sin rostro reconocible. Es el programa que aplicará cualquier partido que gane las elecciones, como ha ocurrido en Grecia y está ocurriendo en Portugal. Nuestra deuda ya supera el billón de euros, continúa subiendo y vamos a pagarla, por encima de todo, por encima de la Sanidad, de la Educación y de las pensiones. Así lo dice el reformado Art. 135 de nuestra Constitución. Ningún partido podrá hacer otra cosa. Por eso ningún partido nos dice que habrá que mantener lo recortado para poder pagar esa deuda. Ningún partido nos dice que no se podrá volver al nivel de hace años en contratación de profesores, médicos, enfermeros, becas, precios de matrículas… pero así lo reconocerá después el partido gobernante.
Ninguno nos dice que habrá que reformar a la baja nuestro sistema de pensiones porque el actual ya tiene fecha de caducidad. Se acaba la Caja de las Pensiones y habrá que continuar con el alargamiento de la vida laboral y el acortamiento progresivo de la pensión correspondiente. Ninguno dice que acabará con todo tipo de prejubilación o jubilación anticipada, porque ya son insostenibles, pero atenderán las “recomendaciones” de Bruselas. Trabajaremos más tiempo y cobraremos menos pensión. Habrá reformas y nos dirán que no hay otra salida.
Ahora nos promete el PP que bajará impuestos, que bajara el IRPF. Eso supondría disminución de ingresos. Por tanto, para ser creíbles, deberían explicar dónde aplicarán los nuevos recortes. ¿en Sanidad y en Educación nuevamente? Si de verdad quisieran reducir los impuestos deberían, por ejemplo, retirar el 20% sustraido a los premios de la lotería y, sobre todo, deberían bajar el IVA. Es el impuesto más injusto, por indirecto, pero al tiempo el más fácil de recaudar y el que menos reticencias produce. Es veneno a pequeñas dosis en nuestra economía de cada día. Prometen peregrinas reducciones o exenciones del IRPF, que solo favorecerían a las grandes nóminas. Yo no puedo alegrarme de que me reduzcan 10 euros, si reducen 1000 al que más debería pagar. ¿Cómo financiaremos luego los servicios sociales, cada vez más indispensables para más ciudadanos?
Ningún partido nos dice que las empresas eléctricas continuarán sangrando nuestros bolsillos, con la energía más cara de Europa. Ninguno tiene en su programa la revisión de los costes de la energía. Todo es legal y continuará así. Luego volverá algún político extinto a sentarse en sus Consejos de Administración para continuar con este robo legal a gran escala, que es nuestra factura energética. Ningún partido reconoce que no recuperaremos más que el 4% de los miles de millones nuestros que entregamos a los bancos. Ninguno nos dice que acabará con las sicavs, esas sociedades de millonarios donde solo pagan el 1% de impuestos. Tampoco nos plantean terminar con la burla tributaria que practican las grandes empresas de la red, las Amazon, Google, Apple, Facebook…que pagan cantidades irrisorias por ganancias millonarias. Incluso Apple ha llegado a presentar algún ejercicio con pérdidas. ¡Qué risa!
Acudiré a votar, por supuesto. Pero sin ninguna ilusión. Solo pido que no mientan, que no me engañen, que no me roben, que no malgasten el dinero de mis impuestos, que no se impliquen en la corrupción, que no oculten a los corruptos… que escuchen alguna vez las necesidades de la gente y que gestionen, honradamente, la cosa pública lo mejor que puedan, porque no espero milagros. ¿Es tan difícil?.
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