Son tiempos para hablar de Cataluña y de los catalanes. Lo que hoy conocemos como Cataluña nació hace mil años en torno a esta montaña. Por aquí anduvieron los diferentes condes Wifredos, los abades, los soldados y campesinos que se lanzaban hacia el sur recuperando tierras a los musulmanes. En torno al Canigó está el emblemático monasterio de San Martín del Canigó, cuna de la catalanidad, junto con el de Cuixà. Y aquí cerca está la localidad de Prades, el lugar que desde tiempos del Franquismo sigue concentrando cada verano a los catalanes de uno y otro lado para reafirmar sus identidades.
Para llegar a San Martín hay que dejar el coche en un pequeño parking y subir casi una hora por un durísimo camino de herradura, donde se eliminan las últimas alubias del cassoulet. Está perdido en el corazón de los Pirineos y no es extraño que algún monje se encaprichara de este bello lugar para vivir y para reafirmar sus poderes. Aquí fue investido caballero el protagonista del Poema Canigó, de Jacinto Verdaguer, para ir a combatir a los musulmanes.
Vistas del Canigó desde la abadía.
Todas estas abadías comenzaron su existencia ya en el siglo IX. Fue el primer prerrománico, primitivo y encantador, y las primeras tierras a salvo de los musulmanes. Esta abadía se terminó en el año 1001. Por entonces todavía estaba Almanzor aterrorizando nuestras aldeas de la Meseta Castellana. Las montañas, más que separación, constituyeron un signo de identidad. La gente y su cultura transitaba por todos los valles del Pirineo, Por aquí también pasaban los peregrinos franceses camino de Santiago, llevando a los reinos de Aragón y Castilla el nuevo arte y los nuevos saberes de los monasterios franceses, que nos despertaban del letargo de la alta Edad Media.
Después de bajar de estas montañas hemos vuelto a llegar hasta Perpiñán, donde están celebrando unas Jornadas Europeas de Patrimonio. Abren las puertas de todos los monumentos y hemos visitado el Palacio de los Reyes de Mallorca. Sorprende el nombre ¿verdad? ¿Qué hacían aquí los mallorquines? ¿Tenían reyes?. El rey de Aragón Jaime I el Conquistador repartió el reino entre sus hijos; a Jaime II le dejó Mallorca y estas tierras del Rosellón y la Cerdaña. Fueron prósperas e independientes durante más de un siglo. Luego volvieron al Reino de Aragón.
Fachada de la Abadía de San Martín de Canigó.
Y yo me pregunto: si las Baleares tienen una lengua propia, una identidad, una cultura, un territorio, unas instituciones, han sido independientes, han tenido reyes… son una comunidad rica…¿por qué no son independentistas? ¿Qué es lo que hace que un territorio se transforme en independentista? Comparando los ejemplos de Cataluña y Baleares, o Valencia, cada uno puede sacar sus conclusiones.
Aquí en Perpiñan está La Maison de la Catalanitée, por si alguno quiere seguir añadiendo apellidos a estas tierras. También sería bueno comparar la escasa persistencia de la lengua catalana en este lado, en la Francia de las libertades, con el lado de la España centralista, opresora y dominadora. Aquí el catalán apenas pasa de estar presente en los rótulos, banderas, cervezas y comidas… pero muy poca gente puede hablarlo hoy. ¿Por qué?
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