El encierro de Portillo es diferente, y lo que pudo ser en Pedraza en la jornada del sábado, en la localidad vallisoletana no pudo ser. Pero la vistosidad del encierro de Portillo, con mas de trescientos caballistas es todo un atractivo para los amantes de los encierros, aunque los toros de Julio Aparicio no respondieran a la expectación despertada protagonizando un encierro complicado, y llegando a la zona del embudo con la manada completamente dividida, con dos toros por delante, y los otros dos toros descolgados por detrás, que acabaron huyendo por el campo hasta que fueron reducidos.
Además, los novillos de Aparicio dejaron con la miel en los labios al numeroso público que presenciaba el encierro, porque entregaron su poquita raza en el encierro nocturno del sábado, y no quisieron saber nada de los cites de cortadores y corredores, ni tampoco de los caballistas, que vieron como los dos toros escapaban en dirección al campo. Esta vez el público se quedó sin espectáculo en las calles, a pesar de que en Portillo se dieron cita toda una legión de buenos cortadores de la zona sur de Valladolid.
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