Los toros del hierro del Cahoso protagonizaron en la jornada de ayer un encierro de los de toda la vida en Olmedo, con dos toros colorados que rompieron la manada y llegaron por delante a la entrada del casco urbano, dando emoción y espectáculo en las arrancadas a los caballistas, y creando mucho peligro una vez pasada la zona de la bandera, en el terreno ya de los corredores.
De esa manera fueron entrando sucesivamente en las calles de la villa. Primero entraba uno de los colorados, y posteriormente el único toro negro mulato del encierro. Tardó mas en entrar el tercero, pero los caballistas consiguieron llevarlo hasta la bandera, donde entró con una arrancada con mucho peligro para un corredor tan experimentado como Adrian Lambas, de Medina del Campo. Y mucho mas larga se hizo la espera para la entrada del último toro, que subió a base de arreones por la carretera hasta llegar al recorrido urbano, donde se quedó sin fuerzas.
Después en Olmedo continuó la fiesta con la capea en la plaza de toros, el vermut flamenco con La Güisi, y los rebujitos con Marta, Borja, Chuchi y los demás en la villa del Caballero. Que esto no es Triana.
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