La villa de Olmedo ha celebrado esta jornada la fiesta de su patrona con la tradicional procesión con la imagen de Nuestra Señora de la Soterraña, y con su tradicional encierro por el campo, que ha reunido a varios miles de personas para presenciar el último de los encierros de la temporada en la comarca de la tierra de Pinares.
En Olmedo se han dado cita corredores de Tudela, Medina, La Pedraja, Boecillo, Cuéllar, Arévalo etc. y el encierro se ha convertido en una fiesta de la tauromaquia popular. Y lo que es más importante ha tenido emoción para caballistas, corredores, y también para los espectadores que han podido disfrutar de cuatro entradas de los toros hasta ser encerradas las cuatro reses en las calles de la villa.
En la primera de las entradas ha entrado la primera de las reses de Ángel Macua, perfectamente arropada por los caballistas, y a continuación han entrado las dos siguientes subiendo por la carretera de Matapozuelos. Mientras el cuarto y último novillo se ha quedado descolgado del resto de la manada, y ha prolongado el encierro durante más de una hora hasta ser encerrado finalmente en las calles. Y en el ambiente se notaba ese sabor triste de la despedida. La próxima temporada más.
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