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Esencia de Romero en Navalmanzano

Festival taurino de Navalmanzano.

En Navalmanzano no se apareció el del medio de Los Chichos (en concierto la noche anterior). Pero sí la magia del toreo en las muñecas del sevillano Ruiz Muñoz, que sacó a relucir la esencia del más puro Romero. El sobrino nieto del maestro de Camas destapó el tarro de las esencias y arrancó las dos orejas y rabo con un toreo de ensueño.

El festival fue un rotundo éxito. La cosa empezó con un Canales Rivera muy inspirado y toreando con mucho gusto, siguió con el  poderío de Manuel Jesús El Cid (parecía que no había pasado el tiempo) y continuó con Julio Benitez ‘El Cordobés’, que se echó al suelo para torear de rodillas, como el mismísimo Manuel Benitez.

La pausa vendría de la mano de Emilio de Frutos, aunque estuvo mal con la espada. Y lo mejor vino después. con el embrujo de Ruiz Muñoz, que conectó con el público toreando a la verónica con mucha pureza,  y al natural  también con mucho sentimiento, sintiéndose llevando al novillo metido en la muleta, y dejando la más pura esencia de Romero.

Ruiz Muñoz.

Lo vivido fue de tal naturaleza que la gente salió del festejo toreando en las afueras de la plaza y una mujer se echó una muleta a la mano izquierda para intentar torear muy despacito. Pero que me perdone la buena mujer, ‘para cintura’ me quedo con la del sobrino de Romero y con Joselito de Córdoba que realizó una faena vibrante al último del festejo.

Se cortaron un total de once orejas (una de ellas  Emilio de Frutos) y dos novillos del Tajo y la Reina merecieron el premio de la vuelta al ruedo.

Autor: Redacción Cuéllar

Muévelo

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