Continuando con las visitas a algunos pueblos que han sido machacados por el paso de la historia hoy hablo de Rello, en Soria Es un ejemplo vivo, aunque casi ya muerto, de los efectos desastrosos de más de un siglo de despoblación de la España interior. Descubrí Rello, casi por casualidad, hace ya unos años dando vueltas por las zonas perdidas de la provincia más perdida. Desde entonces he vuelto varias veces con la excusa de que lo conocieran amigos o familiares. Nunca decepciona. No es un pueblo maravilloso, como otros de la lista de los más bonitos, pero seduce por su emplazamiento y por su soledad. Rello está más allá de todo, en el límite con Guadalajara, y hay que hacer un esfuerzo para llegar hasta allí porque está fuera de las rutas de los pueblos turísticos del sur soriano, como Berlanga, Burgo de Osma, S. Esteban de Gormaz o Medinaceli, a pesar de que está reconocido como Bien de Interés Cultural desde 2001.
Está construido en lo alto un promontorio saliente de roca, que en Soria llaman muelas, al igual que Calatañazor. Su conjunto amurallado es el mejor de toda la provincia, aunque nos reciba con su aspecto ruinoso y de abandono.
Vayamos por donde vayamos, conduciremos por páramos de tomillos, vacíos de ovejas y por pueblos resecos, vacíos de gente. Soria es la provincia española con menos población, seguida de Teruel y Segovia. Sus 88.636 habitantes son exactamente la mitad de los que aquí vivían en 1940. En los años 60 comenzó el gran éxodo, motivado por el desarrollismo de la época franquista, y ha continuado a lo largo de todo el periodo democrático, como en todas las provincias interiores, sin que haya habido ningún planteamiento serio por revertir esta situación. Por primera vez, ahora está sobre la mesa de los políticos el tema de la despoblación como uno de los mayores problemas que desequilibran la sociedad española.
Esta situación supone sufrir abandono y permanecer siempre al margen de toda decisión política. Me comentaba una vecina de Rello, sentada a sol de septiembre, que hasta los años 80 no llegó la luz al pueblo. Ella y su marido habían escrito sendas cartas al Rey y a Felipe González para que pusieran fin a ese abandono. Ambas cartas fueron contestadas y, tras su conocimiento, los políticos se pusieron manos a la obra. Pero ese mismo abandono hoy sigue tomando formas diversas que conocen bien los responsables de “La Exclusiva”, una empresa de emprendimiento social para reparto a domicilio por todos los pueblos de la provincia. Hablan orgullosos de que Soria sea la única provincia donde todos sus ciudadanos rurales tienen seguro el abastecimiento. Se encargan de llevar alimentos, ferretería, material de librería, tintorería, ropa…cualquier cosa, excepto dinero y medicinas. Todo un ejemplo de trabajo con fin social, surgido de un comercio familiar que tuvo que cerrar por falta de clientela. Hoy la empresa se está extendiendo a las provincias limítrofes, con la misma filosofía. Los gastos de transporte los pagan los abastecedores, no los clientes. Su objetivo es mantener la población en los pueblos. Incluso han conseguido que vuelvan algunos habitantes que se habían visto obligados a marcharse a Residencias.
Rello es un pueblo más de esa España Vaciada. Su mayor población llegó a 260 habitantes. En las últimas Elecciones Municipales votaron 12, con 2 abstenciones, 5 en blanco, 3 para PSOE y 2 para PP. Mayoría absoluta para la alcaldesa del PSOE. En verano se ve animación por las calles, hay muchas casas habitadas y el pueblo recobra la vida. Sin embargo, me comentaron que en invierno apenas quedan 6 vecinos. Me llamó la atención, conversando con dos mujeres, que cada una de ellas estaba con su cuidadora sudamericana. También ellas repueblan y enriquecen la vida en los pueblos. Hablaban orgullosas de su pueblo, de sus murallas y de su castillo, pero muy tristes por el completo abandono que habían sufrido siempre.
Parece que el olvido viene de antiguo. No hay datos en ningún archivo que cuenten la historia de Rello, su castillo y sus murallas. Únicamente consta que perteneció al Conde de Coruña (de Coruña del Conde, Burgos). Luego se perdió cualquier registro. Por la construcción se deduce que las murallas fueron levantadas en torno al siglo XII, mientras el Castillo es obra de los siglos XV y XVI. Hoy queda la torre del homenaje y un aljibe en buen estado. Hay dos puertas de acceso al recinto amurallado, que se alarga sobre la loma en tres calles paralelas, pobladas con casas de piedra, muchas en buen estado y todas dando sentido al reconocimiento de Conjunto Histórico.
Toda esta zona fueron tierras de la frontera variable entre musulmanes y cristianos por más de dos siglos. Por un pueblo cercano, Retortillo de Soria, pasó el Cid en su destierro hacia Atienza, por entonces tierra de moros. De aquella época nos quedan una serie de atalayas, que comunicaban Rello con Berlanga y ésta con otros castillos fuertes. Servían para enviar comunicaciones sobre movimientos de tropas y otros avatares.
Este bello recinto amurallado no ha disfrutado de la suerte de otros que hoy tienen su papel turístico y su reconocimiento histórico, como Pedraza, Urueña, Frías…y tantas otras. Cuando se termina el recorrido y se piensa en volver somos conscientes de lo lejos que está Rello de cualquier sitio. Está a más de 200 kilómetros de El Corte Inglés más cercano, porque hoy ésa es la medida del aislamiento rural. Hay que añadirle, la falta de 4G, Colegios, Centro de Salud, comercios, Cine, Teatro, cafés con gente…Esta es la España olvidada. Rello es solo un ejemplo destacado.
2 febrero, 2020
Esto es lo que tiene vivir en los pueblos, que nos faltan servicios que hoy en día todos «necesitamos» para vivir en este mundo loco. Hoy en día es «necesario» tener ordenador, o móvil con Internet desde el colegio. Pues los mismos profesores les piden a los niños y niñas que lo utilicen para tareas diarias de las lecciones que se dan en clase. Y cuando vives fuera de ese mundo que nos han creado, ya no existes. Como esos pueblos pequeños y alejados de capitales de provincia a los cuáles todo llega tarde. O ha desaparecido por falta de clientes. Antes en muchos pueblos había cines, discotecas, bares y tiendas de ultramarinos (que nunca supe por qué se llaman así). Pero hoy en día todo eso ha desaparecido porque los jóvenes se marchan a las ciudades donde hay estos servicios y oportunidades de trabajo. Porque ya no quieren trabajar en cualquier cosa y la vida rural no les motiva.
Es la pescadilla que se muerde la cola, sin trabajo la gente no gasta, los negocios se cierran y la gente se va a lugares más grandes. Pero las administraciones no ayudan a que la gente se pueda quedar en los pueblos porque les sale muy caro dar ciertos servicios. Y por eso cierran cuarteles de la guardia civil, colegios, juzgados, etc y se lo llevan a las ciudades arrastrando así, a la población a ellas. Pero luego queremos tener pueblos con gente y servicios para ir en verano. Sin embargo se olvidan de que para que haya pueblos tiene que haber gente en ellos el resto del año con servicios y trabajos.
Sí nadie lo remedia, más pueblos desaparecerán del mapa y de la memoria.
Triste realidad.
3 febrero, 2020
La palabra «ultramarinos» proviene de que los productos que originalmente se vendían en estas tiendas, solían proceder de territorios de «Ultramar», como café, especias y otros productos de importación. Solían ser, en su origen, establecimientos con uno o varios mostradores de mármol blanco y cierta apariencia entre el almacén y la tienda, y se caracterizaban por no especializarse en un único tipo de producto, circunstancia que les confería un personal conjunto de aromas mezclados (desde el café, al bacalao).b A lo largo de su historia y evolución también se han caracterizado por la flexibilidad de horarios.
3 febrero, 2020
Pues con la subida del SMI esos pobres ancianos se van a quedar hasta sin cuidadora sudamericana.