Florines.
Recientemente hemos tenido noticia del fallecimiento del pintor Florentino San Juan ‘Florines’ , afincado en la localidad vallisoletana de Bahabón, pero un gran enamorado de la villa cuellarana que pintó como nadie en muchos de sus lienzos.
En el plano artístico se le puede considerar como un maestro del realismo que con una técnica prodigiosa reflejó en muchas de sus obras los rincones y escenas más representativas de la villa cuellarana. Muchos de ellos han pasado a formar parte de colecciones privadas.
Entre sus obras más significativas figuran óleos que reflejan la llegada de los toros a la antigua plaza de palos de la plaza Mayor y escenas de los encierros con las reses entrando en las calles de la villa. Así como, muchas escenas costumbristas en las que el maestro Florines ha basado toda su producción artística.
Asimismo, Florines dedicó también gran parte de su obra a plasmar los paisajes más emblemáticos de las tierras castellanas y sus gentes, con un realismo que se puede calificar de único, por su precisión a la hora de reflejar las escenas más cotidianas en su más pura esencia.
En la villa cuellarana, en donde se pudo contemplar hace unos años una exposición retrospectiva de toda su obra, era un habitual los jueves en los días de mercado, algunas veces a los mandos de un deportivo de los años 60. Entristecidos aún por la noticia de su fallecimiento hay que reconocer su impronta y enorme valía artística. Se apagó la luz del autor pero nos queda su obra.
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