En esta jornada en la que se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente, un informe recientemente publicado por Greenpeace sobre la situación de la cuenca hidrográfica del Duero califica como un punto negro la situación del acuífero del Páramo de Cuéllar y de Los Arenales, como consecuencia de la sobre explotación para los usos agrícolas y con el agravante del problema de la contaminación de sus aguas subterráneas.
Este informe vuelve a sacar a la luz la delicada situación del acuífero de Los Arenales en el que se encuentra englobado el del Páramo de Cuéllar, que se extiende por el subsuelo de la zona norte de Segovia y la zona sur de la provincia de Valladolid. Y alerta sobre los efectos de la agricultura y los purines de las explotaciones porcinas, que señalan desde Greenpeace, son los que causan mayores problemas de contaminación difusa en suelos y acuíferos.
Otro problema que resalta el estudio es sobradamente conocido en los municipios de esta comarca, como es el de la contaminación por arsénico de sus recursos hídricos, que ha afectado a numerosos municipios y que ha hecho modificar los abastecimientos de agua potable de numerosas localidades. Y que tiene como ejemplo mas reciente el caso de Lastras de Cuéllar, localidad que sufre desde hace 8 meses los efectos de esa contaminación por arsénico.
Y finalmente el estudio de Greenpeace alerta sobre la situación de los humedales de la zona, una situación que se ve agravada por la aridez y la desertización de los suelos y aporta un dato ciertamente relevante que dibuja la situación real del acuífero: en 1950, sólo en el acuífero de Los Arenales existían cerca de 500 humedales. En la actualidad apenas quedan 50 y en un estado muy deficiente de conservación, lo que nos da idea de la gravedad del problema.
Un ejemplo claro es la situación de los humedades de la comarca de la tierra de Pinares, mas conocidos como es el Humedal del Espadañal, las lagunas de Cantalejo y las lagunas de Lastras de Cuéllar, cada vez mas amenazadas por la sobre explotación agraria en estos entornos naturales. Una situación que se trata de paliar con la inversión anunciada recientemente por el Ministerio de Agricultura en la recuperación de las lagunas de Lastras de Cuéllar, dentro de las actuaciones propuestas en el Plan PIMA, de impulso de medidas de mejoras medioambientales en espacios naturales amenazados.
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