La feria de Iscar ha comenzado con tintes triunfalistas en un festejo en el que los tres matadores han salido por la puerta grande y se han cortado la friolera de 9 orejas y un rabo y los tres matadores y el novillero local Darío Dominguez salieron por la puerta grande. Los tres espadas han estado muy por encima de los toros de Hnos Cambronell, que han sido muy manejables, pero que han acusado la falta de fuerzas y de raza, y a Javier Jiménez le correspondió el mejor toro del encierro, que le permitió torear muy entregado y así cortar las dos orejas y rabo.
El de Espartinas estuvo muy entonado en su primero al que cortó una oreja y plantó batalla a su segundo desde los primeros compases de la faena de muleta con unos muletazos por abajo plenos de torería, para luego echarse la muleta a la mano derecha y ligar dos series bajando mucho la mano y con mucho mando. Hasta ahí aguantó el toro, que a partir de ese momento hizo amagos de rajarse, pero el rubio torero sevillano le plantó cara,, para con un toreo muy encimista sacarle un muletazo tras otro, hasta tumbarle de un estoconazo, que le valieron las dos orejas y el rabo.
David Galvan estuvo en la misma línea, muy entregaddo y por encima de sus dos toros, que le aguantaron muy poco en la muleta por su mansedumbre. Esto no desanimó al gaditano, que puso la raza que les faltó a los de Hnos. Cambronell, para demostrar que es un torero con recursos, temple y técnica, lo que le valió arrancar una oreja en su primero y las dos orejas del segundo, que tuvo algo mas de movilidad, pero se apagó enseguida en la muleta.
Y de igual forma, Emilio Huertas, estuvo muy por encima de sus toros. El primero un manso de libro le cortó una oreja, y al segundo que tuvo mejor son pero enseguida se rajó en la muleta, cuando el manchego le plantó cara en los medios, En este pudimos ver a un torero muy serio, que supo sacarle un muletazo tras otro con mucho temple y mando, para terminar su faena con unos muletazos por alto plenos de toreria, que le valieron para corta las dos oerjas. Y por su parte el novillero local, salió a por todas y en una faena muy entregada se sumó al carro del triunfo que llevaba la tarde, y consiguió cortar las dos orejas ante un bravo y noble novillo del Vellosillo.
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