El delegado territorial de la Junta, Javier López Escobar, acompañado por la jefa del Servicio Territorial de Cultura, Ruth Llorente, y por el alcalde de Pinarejos, Heliodoro Ríos, ha visitado las obras de restauración de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción de Pinarejos, que se están llevando a cabo en la actualidad, financiadas por la Consejería de Cultura y Turismo, a través de fondos FEDER. Esta actuación persigue la consolidación de las pinturas murales que alberga el templo en su interior, que se estaban deteriorando tras la aparición de una importante concentración de humedad y sales en algunos de sus muros.
Los trabajos, que cuentan con una inversión inicial de 18.000 euros, se centran en la eliminación de sales en superficie, la limpieza y saneado de juntas y bordes y la eliminación de restos de morteros, cementos y añadidos que se encuentren en mal estado en los muros. Y las tareas añadidas de defensa y consolidación de los grabados y pinturas que se encuentran en peligro y un completo saneamiento de las humedades de la iglesia y evitar el desprendimiento de las pinturas murales.
La Junta, que ha llevado a cabo también un completo estudio del estado de conservación de las pinturas y de los materiales de los muros, realizado por medio de documentación gráfica de patologías y toma de muestras, minimizará con estos trabajos la acción de la humedad sobre unas pinturas murales que por su estilo pueden datarse a finales del siglo XV.
Esta actuación en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción se une a la llevada a cabo en la cubierta del edificio por la Dirección General de Patrimonio en el año 2013, completando así una inversión total de casi 80.000 euros en los últimos 3 años. Lo que ha permitido descubrir estas obras pictóricas, que se encuentran sobre los paramentos de la nave y el atrio del templo, y que son unos motivos singulares alejados de la iconografía religiosa de la época.
La Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Pinarejos, con una cronología inicial entre los siglos XII y XIII, tiene una traza de estilo románico-mudéjar de una sola nave, y está construida con una alternancia de ladrillo y piedra. Tiene una capilla al lado norte y un atrio con columnas al lado sur, ambos espacios con portada de ladrillo con triple arquivolta y decoración de ladrillo en esquinilla. El atrio está formado por sucesivos arcos de medio punto construidos en ladrillo y apoyados en doble columna de piedra con capiteles de diseño primitivo. Está declarada Bien de Interés Cultural desde 1995.
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