La Sala Alfonsa de la Torre se quedó pequeña para la fiesta que supuso la Audición de Navidad. Año tras año sube la calidad y la variedad de las actuaciones. Es difícil acordarse de las primeras actuaciones hace ya casi veinte años. Entonces sólo había jóvenes promesas, por llamar de alguna manera a los que empezaban a tocar una guitarra, un saxo o una trompeta. Desde entonces, con paciencia, con mucha paciencia, ha ido subiendo el nivel en cada Audición. Han pasado cientos de alumnos por la Escuela y ha cambiado el panorama musical de Cuéllar. Han surgido distintas agrupaciones, conjuntos… una Banda muy reforzada y decenas de músicos que en las ocasiones más diversas hacen sonar dulzainas, guitarras o saxos para alegrar un poco la vida en las calles.
En el escenario aparecieron solistas de piano o guitarra con otras diversas formaciones que aprovechan la riqueza que se está creando en la Calle Chorretones. Hubo grupos corales, la increíble Big Band Theory, percusión para pobres (solo con manos y pies),los grupos consolidados de Música de Cámara y Conjunto Instrumental… Fue una hora larga para disfrutar y para mostrar un poco del buen hacer de alumnos y profesores. Era el momento de sacar a la luz los cientos de horas de ejercicios individuales, las horas de ensayos, porque solo quien toca un instrumento sabe lo que supone cualquier pequeña puesta en escena.
Cada hora dedicada a la música se hace en competencia con los deberes, los exámenes, el trabajo, el Facebook, el whatsapp, los amigos… Cada hora de ensayo es un triunfo y una conquista. Pero solo así podemos disfrutar de la música.
La Escuela de Música ya se ha quedado pequeña. Crecen los alumnos pero no el espacio. El paso siguiente será buscar nuevos espacios para que… no pare la música.
Jesús Eloy García Polo.
Comentarios recientes