El quinto Miura en el caballo.
Salió el sol. Se abrieron los cielos y se pudo hacer el paseíllo pero los hados no fueron propicios para el torero cuellarano Javier Herrero que estuvo firme y valiente (resultó cogido en su primero), pero no logró ese triunfo importante que anhelaba ante los legendarios toros de la ganadería de Miura.
Los miuras que le tocaron en suerte sacaron a relucir malas condiciones y el de Cuéllar fue cogido de forma dramática por el primero. El miura le encunó y se le echó por encima aunque afortunadamente sin aparentes consecuencias y en el que cerraba plaza, en el que también fue zarandeado al entrar a matar, estuvo bien con el capote y firme ante un toro que se volvió complicado en la muleta. Fue ovacionado.
Gesto serio de Javier Herrero.
El más afortunado fue el salmantino, Domingo López Chaves, al que le tocó en suerte el lote más bonancible de los Miura, con una brava pelea del quinto toro en el caballo. Lopez Chaves demostró mucha firmeza y toreando con gusto, se llevó la única oreja de la tarde en su primer toro y fue ovacionado en el quinto de la tarde.
Firmeza también la demostrada por Rafaelillo al arrancar lo poco que tenía el manso primero de la tarde en el que fue aplaudido. Y sin embargo, el diestro murciano nada pudo hacer en el cuarto que peleó en varas pero fue muy complicado en la muleta (silencio).
De esta manera, con una complicada corrida y menos de media entrada, se cerraba la miniferia en la que la leyenda de los toros del legendario hierro de Miura ha puesto el broche final al ciclo tras casi dos años sin toros en la villa cuellarana.
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