La Ministra de Agricultura, García Tejerina, ha repetido en dos ocasiones esta semana que se están cumpliendo los compromisos en materia de adptación al cambio climático, a través del Plan PIMA, de impulso de mejoras medioambientales. Pero la realidad es que una de las inversiones previstas en ese plan, la de la recuperación de las lagunas de Lastras de Cuéllar, que se anunció el pasado mes de marzo por el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente, está pendiente de ejecución y se trata de una actuación muy necesaria para la recuperación de un espacio natural que está amenazado por la desertización.
El proyecto de restauración de las lagunas de Lastras de Cuéllar y Hontalbilla cuenta con un presupuesto de 700.000 euros y tiene como objetivos la recuperación de este complejo lagunar, tipificado como LIC, por su interés comunitario, que se encuentra degradado y afectado por la sequía. Y las actuaciones programadas tienen el objetivo de recuperar estas lagunas por su alto valor ecológico y encontrarse ubicadas en el gran arenal de la Tierra de Pinares.
Se trata de un ecosistema único en el interior peninsular y de gran valor ornitológico” y que precisa una “inmediata restauración ambiental”, segun un informe reciente de SEO BirdLife, debido al riesgo existente de degradación y pérdida incluso del ecosistema. Este espacio natural es considerado como zona de especial protección por la riqueza de su avifauna, y el informe señala que se deben conservar su hábitat natural y la lámina de agua. Entre la diversidad de su aves que lo habitan figuran especies como el pato cuchara, la cigüeñuela, cigüeña negra, cerceta común, ánsar común, limícolas en general, además de otras aves como el carricero común, escribano palustre, garza real y grulla común.
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