Las obras de restauración de la iglesia cuellarana de Santa María La Cuesta deja a la vista los arcos de ladrillo de su fachada en el lado norte, que nos dan idea de la belleza original de esta joya del patrimonio de Cuéllar.
La actuación persigue una clarificación y puesta en valor del conjunto, lo que va a permitir una lectura del monumento a través de los elementos remarcables de cada una de las épocas, garantizando «una convivencia respetuosa» entre los elementos medievales y los barrocos.
En este sentido el atrio norte es uno de los espacios más valiosos del conjunto y la actuación consiste en la recuperación de la arquería mudéjar de ladrillo, con el picado de las capas de yeso posteriores, que han permitido dejar a la vista el ladrillo en las roscas de la arquería.
La arquería de ladrillo se puede contemplar en esta fase de las obras y se interrumpe al llegar a la puerta gótica (siglos XIV-XV), superpuesta a uno de los arcos de ladrillo, que permite diferenciar claramente cada uno de los elementos arquitectónicos del conjunto.
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