La suerte, que casi siempre es privilegiada y para unos pocos, pasó en la jornada de ayer, casi desapercibida en la villa de Cuéllar, que recupera hoy lentamente el pulso habitual de los días, una vez pasadas las fechas navideñas. Pero la lotería de verdad y con mayúsculas, tendrá que venir por otro lado para esta comarca, que necesita de estímulos muchos mas poderosos para revitalizar una economía, que en estos comienzos del 2015, sigue sin levantar cabeza.
Puestos a pedir, esta necesitada y ávida de inversiones que tardan en llegar. Por poner un ejemplo, alguien se acuerda del tantas veces pregonado Plan estratégico para la provincia, que parece estar siempre en definición casi permanente, porque estamos ya en el 2015 y aún no se conoce ninguna estrategia definida, para impulsar el desarrollo económico en amplias zonas rurales de la provincia.
Y hacen falta también otras estrategias, como las que se fijan en el nuevo programa de Desarrollo Rural para el 2020, que se han publicado en estas fechas navideñas, y que no han gustado nada en los sectores afectados. Y que son realmente importantes, porque en ellas se definen las inversiones, es decir, el dinero que tiene que llegar al territorio, para impulsar el desarrollo económico a nivel local.
Sin embargo, nada de nada. Y mucho nos tememos, que empezamos dentro de muy pocas fechas, una carrera electoral a cinco meses vista de las elecciones de Mayo, en la que de nuevo volveremos a escuchar las mismas promesas, o muy parecidas en boca de nuestros gobernantes. Seguro que les suenan estas palabras: » vamos a impulsar políticas para fijara población en el medio rural..». Y mientras la realidad es otra bien distinta, porque los datos, las cifras del paro y la despoblación desmienten rotundamente estas políticas, que nos han llevado a la situación actual de despoblación y abandono de la esta región y de esta provincia.
Y es en esa cita del mes de mayo, cuando se va a jugar la suerte de esta región y de esta provincia. Por ello, la verdadera buena suerte, para los que viven en el medio rural, es que se hagan realidad esas políticas, que se plasmen las inversiones tantas veces prometidas, que no se recorten los fondos ( como se ha realizado) para el Desarrollo Rural, que se comprometan inversiones como la de modernización de regadíos en el Carracillo, que haya fondos en materia de rehabilitación y vivienda para cascos históricos como el de Cuéllar etc. Y que se definan, de una vez por todas, las claves para el desarrollo de la provincia. Esa si sería, realmente, buena suerte.
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