La elaboración de las torrijas y también las hojuelas es tradicional en estas fechas de la Semana Santa, y como tal son los dulces más preparados en todos las casas y fogones de la tierra de Pinares. Se trata de dos especialidades muy fáciles de preparar, pero en cada casa reina una costumbre y cada cocinera/o suele añadir un toque especial, como en el caso de las torrijas de mi amiga Clara García.
Manos a la obra esta navera se metió en la cocina en la mañana del Jueves Santo para preparar las torrijas. Puso en un cazo la leche con azucar, una rama de canela, y esencia de limón, calentó la leche para favorecer la mezcla de sabores, y después fue empapando las rebanadas de pan, para rebozarlas a continuación en el huevo batido. Y ya una vez listas a la sartén, «siempre con aceite de girasol».
El toque especial de las torrijas de Clara, «vamos a desvelar su secreto» es un almíbar artesanal y una mezcla de anís y canela, y tengo que confesar que da a sus torrijas un sabor especial. En mi caso particular, siento una predilección especial por las hojuelas que me viene de familia, pero tengo que confesar que las torrijas de Clara merecen un viaje hasta La Nava. Y si lo hacen prueben además las torrijas del Boulevard. Muchas gracias Clara.
Comentarios recientes