Esta semana la Junta de Castilla y León y la Diputación de Segovia han firmado la cesión de pequelos tramos de vías de servicio en su conexión con la autovía A-601, como es entre otros el tramo de la rotonda de acceso a la autovía en la salida de Pinarnegrillo. Pero la realidad es que, casi nueve años después de ser inaugurada, lo que se denominan como vías de servicio de la A-601 siguen siendo caminos de tierra, en la mayor parte de su trazado por la comarca.
Esta circunstancia es fácilmente comprobable, en ambos márgenes de su recorrido en todo su trayecto por la comarca de la tierra de Pinares, que da nombre a la autovía. Y por poner ejemplos, tramos como el que une Cuéllar con Sanchonuño son difícilmente transitables si no se circula con vehículos agrícolas, que son los principales usuarios de esta vía de servicio, para acceder a las industrias agrarias de la zona.
Lo mas llamativo del caso es que Fomento prometió cuando se inauguró la autovía, allá por septiembre del 2008, que estas vías de servicio se iban a mejorar con futuras inversiones. Pero de lo dicho entonces, por el Director General de Carreteras, Luis Alberto Solis, nada de nada, y la realidad es que nueve años mas tarde no se han realizado las inversiones prometidas, salvo para el mantenimiento de estos caminos, que es como se deberían llamar, y no vías de servicio.
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