La Federación de Mujeres y Familias del Ámbito Rural (AMFAR), se ha sumado a la celebración de este Día de la Mujer con la presentación en Segovia de su proyecto de la Red española de Mujeres Emprendedoras y su presidenta Lola Merino ha destacado que el papel de la mujer es fundamental para el desarrollo rural.
En su intervención, Merino ha destacado que las mujeres rurales castellanoleonesas, un colectivo formado por 443.000 mujeres, 38.000 de ellas de la provincia de Segovia, representa el futuro del ámbito rural de esta comunidad. “El medio rural de Castilla y León tiene un gran peso en la estructura general de la Comunidad, lo que convierte a las mujeres rurales en las protagonistas de un desarrollo rural sostenible que debe mantener la vida en sus 2.248 municipios, y especialmente de los más pequeños, ya que el 98% de ellos tienen menos de 5.000 habitantes”.
La presidenta nacional de AMFAR ha recalcado que las mujeres ya se han puesto manos a la obra para “activar” el desarrollo rural y frenar la despoblación a través del emprendimiento. Una realidad, ha dicho, que ya es evidente con datos que sitúan a Castilla y León como la tercera región de España en porcentaje de autónomas, o que siete de las nueve provincias castellanoleonesas cerraron el año con aumento de negocios regentados por mujeres, como es el caso de Segovia, ha indicado. “El sector servicios sigue liderando el empleo de las mujeres de la región, dando trabajo al 87,9% de las ocupadas, frente al sector agrario, que sólo emplea a un 3,4%”, ha precisado Merino.
En este sentido, la presidenta de AMFAR ha trasladado a los asistentes que el sector agrario urge la llegada de mujeres y jóvenes para mejorar las cifras de relevo generacional. “Las mujeres somos la pieza clave en el puzle económico de Castilla y León, el futuro del mundo rural dependerá del lugar que ocupemos las mujeres en ek presente». Y coincidiendo con esta jornada del Día de la Mujer desde AMFAR se ha realizado la siguiente radiografía de la mujer rural:
El perfil de la mujer rural responde al de una mujer trabajadora, casada y con hijos, con una media de edad de 55 años, que en el 65% de los casos se declara ama de casa. Ellas son las principales encargadas del cuidado de personas dependientes de su entorno familiar: mayores, niños, enfermos o discapacitados.
Sin embargo, en los últimos años, hemos asistido a un éxodo de la población desde las zonas rurales hacia las urbanas protagonizado predominantemente por mujeres, que ha dejado preocupantes índices de masculinización del medio rural, que se elevan hasta el 104,13%, seis puntos por encima del índice nacional situado en el 98,01%.
A esto se une el problema del envejecimiento de la población rural, cuya tasa alcanza el 17,1%, que conlleva la convivencia en los hogares con personas dependientes, lo que repercute en la carga de trabajo de las personas cuidadoras, que por norma general son las mujeres, disminuyendo sus posibilidades de proyección laboral, política o social.
El mercado laboral del medio rural se caracteriza por una baja tasa de empleo, que se acentúa en el caso de las mujeres, representadas en rangos salariales entre los 400 y los 1.000 euros, mientras que los hombres lo hacen entre los 1.000 y los 1.400 euros. En España, las mujeres tienen que trabajar 79 días más al año, para terminar cobrando lo mismo que los hombres.
Desde AMFAR consideramos fundamental que las mujeres rurales cuenten con el apoyo y el compromiso de políticas que permitan que el espíritu emprendedor de este colectivo se convierta en realidad, especialmente en un territorio rural como el nuestro, despoblado, envejecido y masculinizado.
En su trayectoria, AMFAR ha llevado a cabo una gran labor asociativa, fundamental para alcanzar la igualdad de oportunidades. Conseguir esa igualdad, apunta Lola Merino, presidenta nacional de AMFAR, “pasa necesariamente por superar las brechas en materia de empleo y emprendimiento, facilitar la conciliación de la vida laboral y familiar o mejorar el conocimiento de la situación de los seis millones de mujeres rurales españolas”.
Veinte años de trabajo, señala la presidenta de AMFAR, Lola Merino, “en los que hemos conseguido grandes logros, como evidencia el hecho de que el 40% de los nuevos autónomos en España hayan sido mujeres”.
Para AMFAR también resulta fundamental afianzar la aplicación de la Ley de Titularidad Compartida en las explotaciones agrarias, promover la incorporación de las mujeres a la agricultura y la ganadería, así como a puestos de responsabilidad como cooperativas, organizaciones profesionales agrarias o grupos de acción local, y apostar por la incorporación de la mujer al desarrollo rural a través del emprendimiento y el empleo para lograr su inserción laboral y frenar el envejecimiento, la despoblación y masculinización que aqueja el medio rural.
Fuente: Comunicación AMFAR
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