Javier López Escobar en su visita a Cuéllar.
El Delegado de la Junta en Segovia, Javier López Escobar, ha manifestado en el marco de su visita a Cuéllar que «la Junta viene controlando la actividad y el funcionamiento de la planta de compostaje de Fuentepelayo desde el año 2009», y que en las inspecciones realizadas, tres anuales por parte del Servicio de Medio Ambiente y una de Sanidad, mas otras tres adicionales que se han realizado hasta la fecha, «no se ha detectado el menor riesgo para la salud de las personas», derivados de la actividad de la planta de resíduos.
Lopez Escobar ha querido despejar cualquier tipo de duda sobre la la actuación de la Junta de Castilla y León, que ha sido cuestionada por los vecinos de la localidad, y ha afirmado que «la Junta no ha estado inactiva y está actuando bien y está haciendo lo que tiene que hacer» . Y ha insistido en un tema de especial preocupación para los vecinos como es la salud, señalando que «en las inspecciones realizadas todos los parámetros son normales» , señalando textualmente que «todo lo que la Junta ha hecho me sirve para garantizar que la salud de los ciudadanos está protegida«.
Otra cuestión es el tema de los malos olores, en el que el delegado territorial ha reconocido que «existe un olor nauseabundo en la zona, derivado de la actividad de esta planta y alguna otra industria», pero ha manifestado que la Junta no tiene competencias ya que no hay regulación sobre los malos olores y «entiendo que tendría que haber una Ordenanza municipal que regulara esta materia» , señalaba López Escobar.
Y sobre otras actuaciones que denuncian los vecinos como son los vertidos de resíduos, ha señalado que «no hay denuncias concretas y limita nuestras posibilidades de actuación». «Si se nos requiere podemos actuar, y si el SEPRONA ha actuado lo habría puesto en conocimiento de la Junta», señalaba López Escobar, que ha indicado que hay un ámbito de actuación municipal y otro de la Administración, que es el de control de la actividad. Y en ese sentido ha vuelto a insistir en que «estamos siguiendo muy de cerca esa zona, no hemos dejado de hacerlo, comprobando el estado de las aguas y escorrentías y no se ha detectado ninguna contaminación». Y ha finalizado afirmando de nuevo: «no hay nada que ponga en riesgo la salud de la población».
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