Han tenido que pasar 25 años del fallecimiento del poeta para que los albaceas testamentarios de Jaime Gil de Biedma autoricen la publicación del Diario de 1978, que junto con otros textos autobiográficos del periodo 1985-1990 (los últimos años del poeta, ya convaleciente de sida) verá a la luz a finales de este año en la editorial Lumen. Gil de Biedma, nacido en Barcelona en 1929, y ligado a la localidad de Nava de la Asunción donde vivió durante la guerra y a la que volvió en diferentes periodos de su vida, dejó inédita a su muerte en 1990 la que los expertos consideran una obra clave, el Diario de 1978, que el poeta reelaboró concienzudamente pero que se quedó en el cajón por considerarse que su contenido -experiencias homosexuales del poeta y comentarios a veces ácidos sobre coetáneos- aconsejaban posponer su publicación.
Según publica La Vanguardia “los papeles inéditos quedaron a cargo del actor Pep Madern, que había convivido con Jaime Gil durante trece años y que moriría, también de sida, casi cuatro años después. Madern entregó los manuscritos a la editora Carmen Balcells, quien, pasados ya 25 años, cree que han desaparecido los prejuicios que impidieron su publicación”.
Reflexiones sobre su condición homosexual, sobre la literatura y la enfermedad, realizadas en un periodo trágico, completan una edición que ha corrido a cargo del poeta y editor, Andreu Jaume. Quienes lo han leído -aunque la editorial no ha desvelado contenidos para evitar que el morbo de tormentosa vida de Gil de Biedma reste recorrido literario a la obra- coinciden en que Diario de 1978 está a la altura de Diario de un artista seriamente enfermo (1956).
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