Paralelamente a la clausura de Reconciliare, en Cuéllar cerraba sus puertas la exposición «Que aflore lo enterrado», con una mesa redonda para recuperar la memoria de los presos republicanos, entre ellos seis de Nava de la Asunción, que sufrieron condena el fuerte de San Cristobal de Pamplona. En la mesa redonda estuvieron presentes las familias de los seis de Nava que murieron en ese penal durante la posguerra, Agustín de Lucas, Luis Cubo, Ángel Sanz, Vicente Maroto, Demetrio Bercial y Cipriano Fernandez.
La mesa redonda contó con la presencia de Koldo Pla por parte de La asociación Txinparta, Koldo Pla, que relató el trabajo realizado por esta asociación para la recuperación de la memoria de los desaparecidos en ese tristemente famoso penal, y los familiares de estos seis naveros, Montse Sanz, Ruben Fernández Maroto, Angel Sanz, ofrecieron testimonio del desgarro familiar y una vida marcada por la pérdida de sus seres mas queridos.
Entre esos testimonios el de Celia Barbado, que viajó siendo niña hasta Pamplona para visitar a su padre, preso en el tristemente famoso penal del fuerte de San Cristobal, como los seis naveros que murieron entre sus paredes y desaparecidos tras la famosa fuga del penal. De ellos, solo se han recuperado los restos de Luis Cubo en el denominado cementerio de Las Botellas. Los restos de este navero descansan hoy en día en el cementerio de Nava de la Asunción.
A la mesa redonda asistieron un centenar de personas y entre ellos familiares de los presos cuellaranos, Mariano Muñoz, José Marinero, Juan Montero…y también de Coca, Bernardos y otros puntos de la provincia, que sufrieron condena en el penal del fuerte de San Cristobal. En este penal sufrieron condena 54 cuellaranos, 8 de los cuales murieron en la fuga y dos por enfermedad. Tan solo uno logró escapar.
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