Fue una corrida muy chica, tal y como dicen en el sur, pero fue una gran corrida de toros. Los seís, con sus matices derrochando bravura a raudales, y persiguiendo codiciosos la muleta de principio a fin de cada muletazo. Y nos regalaron una gran tarde de toros porque enfrente tuvieron a tres toreros de los pies a la cabeza, David Mora ( 2 orejas), Javier Herrero (4 orejas) y el salmantino Juan del Álamo (2 orejas) que brillaron a gran altura, pero de manera especial el cuellarano, que fue el triunfador de la tarde cortando cuatro orejas a dos toros de vuelta al ruedo.
Los tres salieron por la puerta grande, pero el cuellarano dio un autentico recital, doblándose con sus dos toros por abajo y enganchando siempre al toro con la muleta por delante y rematando atrás como lo hacen los toreros buenos. Perfecto en su colocación, en el temple y en el mando. Con series muy poderosas sobre la mano derecha y ligando las series con unos grandes pases de pecho. Y además estuvo acertado con la espada, y se llevó como premio cuatro orejas en la tarde mas completa del cuellarano ante su público. Javier está llamando a la puerta de los de arriba.
Y los de arriba no se quedaron atrás. Ver torear al madrileño David Mora es pura belleza y lo volvió a demostrar toreando a sus dos toros de manera primorosa, acompañando la embestida de sus dos toros con la cintura, con con una exquisita suavidad y dulzura. Para frotarse los ojos de ver tanta belleza. Y tampoco se quedó atrás el salmantino Juan del Álamo, con un toreo diferente, con mas verticalidad. Y como resultado los tres salieron a hombros por la puerta grande en una gran tarde de toros «otra vez de Lagunajanda en Cuéllar», en la que el éxito está asegurado. Se cortaron un total de 8 orejas y se premió a dos toros con la vuelta al ruedo. Hubo menos de media entrada.
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