Para los cientos de miles de refugiados que huyen de la guerra de Siria también es Navidad. Y es que, casi sin darnos cuenta, han pasado mas de tres meses desde que estallara la crisis de los refugiados, y no se ha avanzado prácticamente nada para encontrar vías de solución a un drama que viven miles de refugiados a las puertas de una Europa, que permanece insensible ante la gravedad de este problema humanitario. La imagen viene a recordarnos el drama de miles de personas, que desde Turquía han comenzado un duro peregrinaje que les ha llevado a alcanzar las costas de Grecia, para después cruzar ese país, Macedonia, Serbia, Croacia, y Hungría hasta alcanzar la fronteras europeas.
Aquí, ocupados nuestros políticos como han estado en campaña electoral desde hace meses, hasta la fecha no se ha adoptado ninguna medida por parte del Gobierno a la hora de cumplir sus compromisos para acoger refugiados. De forma que son contados los casos de personas y familias que huyen de la guerra de Siria, los que se han podido encontrar asilo en nuestro país. Y los ofrecimientos de organizaciones humanitarias y en nuestra comarca de la Federación de la Mujer Rural (FEMUR), que ofreció las instalaciones de su centro en Hontalbilla para la acogida de refugiados, aún están esperando una respuesta positiva de la Junta de Castilla y León.
Y como estamos en fechas navideñas, no está nada mal recordar que los gobiernos central y autonómico no han dado respuesta aún a esa enorme corriente de solidaridad que surgió en nuestro país para tratar de paliar el drama humano que viven cientos de miles de personas a las puertas del paraíso europeo. En nuestra provincia, no solo FEMUR, también organizaciones como Cruz Roja y hasta la Diputación de Segovia, hicieron público su ofrecimiento para acoger refugiados. Pero hasta la fecha ese ofrecimiento no ha tenido respuesta alguna. Y conviene recordar que para ellos también es Navidad.
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