Gran concierto el de la pianista Phoenix Park-Kim en el patio de armas del castillo de Cuállar. Lástima que no tuviera una mayor respuesta por parte del público, ya que tal vez por estar mal publicitado, poco mas de 300 personas acudieron a una gala que hubiera llenado cualquier sala de conciertos europea, por la categoría de la pianista de origen coreano y de la Atlántida Shimpony Orchestra, dirigida por Manuel Tévar. Un concierto magnífico, en el que la pianista coreana brilló a gran altura, acompañada de cincuenta jóvenes talentos magistralmente dirigidos por uno de los músicos españoles de mayor proyección internacional.
En cualquier caso, el concierto fue un auténtico espectáculo en el que Park -Kim demostró sobre el escenario una excelente interpretación del concierto nº 23 de Mozart, en su primera parte con la pianista america-coreana como solista. Y en la segunda la orquesta interpretó la sinfonía incompleta de Schubert y el gran Bolero de Ravel, una de las obras cumbres del repertorio sinfónico. Para poner el broche de oro a un concierto magistral, todos juntos, orquesta, director y público disfrutaron de una de las obras más célebres de la familia Strauss, la Marcha Radetzky, habitual en el concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena, que fue seguida con palmas por todos los asistentes.
Como antesala del concierto de Phoenix Park-Kim, la banda de música de Cuéllar ofreció el sábado su tradicional concierto de pasodobles, que igualmente contó con el favor de un público, que disfrutó de lo lindo de la excelente interpretación de la banda municipal, que dirigida por Luis Miguel Pérez, brilló a gran altura interpretando una gran selección de clásicos del pasodoble, acompañados por el grupo de baile cuellarano Sueño Flamenco.
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