Encierro de los Bayones.
El día después de finalizar las fiestas es tiempo obligado de análisis y balance de los encierros de Cuéllar del 2015, y la primera asociación en hacer ese balance ha sido la asociación Encierros de Cuéllar, que ha realizado un primer balance, que en su lado bueno valora muy positivamente el funcionamiento de los servicios sanitarios, y la infraestructura municipal para el normal desarrollo de la suelta de las reses y el paso de la carretera de Cantalejo. Pero en el lado negativo critican «la labor de algunos caballistas en lo que califican como «un año muy malo de encierros».
Algo que no es de extrañar, porque sin olvidar el hecho triste de la muerte de una persona en el primero de los encierros de las fiestas, en opinión de esta redacción, los encierros han sido muy complicados en la zona de pinares, y los toros han acusado notablemente la rapidez con la que se ha conducido a las reses por el campo en el recorrido urbano. Y a la vista está el resultado, los toros se han parado en las calles y no se ha visto ningún encierro completo subiendo por la calle de las Parras, al margen del lamentable espectáculo de tres toros muertos en el recorrido urbano.
El embudo se ha convertido en una zona peligrosa.
Esta asociación señala también esa circunstancia, señalando que no ha funcionado el traslado del ganado por el campo, ni tampoco la organización de los cabalistas y la labor de los mansos que guían a las reses. Tampoco ha funcionado, según este colectivo la organización en la zona del embudo, por la excesiva afluencia de personas, sobre todo de mayores en ea zona, y también critican la excesiva afluencia de vehículos en la salida de las reses y en el paso de Las Máquinas.
Por todas estas razones, desde esta asociación se vuelve a insistir, en la falta de un protocolo para la toma de las decisiones adecuadas en el desarrollo del encierro, ya que señalan que los errores de este año dejan bien claro la falta de coordinación de los responsables municipales que deben ir tomando las decisiones que exige el transcurso de los encierros. Y esto ha provocado, según este colectivo, que «las imágenes de toros muertos en el segundo de los encierros hayan traspasado nuestras fronteras», en lo que califican de un espectáculo triste y lamentable.
Tres toros han muerto extenuados.
Tampoco ven bien que «los pastores peguen a los toros con las varas» y que se cite a los toros desde las talanqueras, y en este sentido recuerdan que «cuando un toro se queda a lo largo del recorrido son los corredores los que tienen que cortar al toro» en dirección a la plaza de toros. En definitiva, para este colectivo ha sido «un muy mal año de encierros«. Y por ello reclaman explicaciones y «un mayor diálogo, que no ha habido hasta ahora, entre la organización municipal y las asociaciones».
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