Faltó el toro, elemento esencial de la fiesta, en el primero de los encierros de Íscar. Y en lugar de novillos toros se soltaron cinco toritos muy chicos de Marcos Núñez, que vienen a bajar lamentablemente el listón de los encierros tradicionales de esta localidad vallisoletana, que tendrá que subir necesariamente esta jornada en el segundo de los encierros con reses de Los Eulogios.
Así que como cantaron los del Mester muy cerca, en la plaza Mayor de Coca, todos los que fuimos a ver el primero de los encierros de las fiestas de Íscar, fuimos a ver los toritos a Valladolid. Y es que cuando falta el toro, falla el elemento esencial de la fiesta, y eso se notó en una menor presencia de corredores habituales en las calles, habituados a vérselas frente a novillos y toros más serios «con más trapío«, que ayer brilló por su ausencia en las calles de Íscar.
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