Editado Por Ignacio Montalvillo en Ago 18, 2016

La corrida homenaje a Víctor Barrio celebrada en Cantalejo respondió a la expectación despertada y reunió este miércoles 17 de agosto a mas de 2.500 personas ( la plaza no se llenó) en ese acto de homenaje merecido al torero de Sepúlveda. A esta importante cita no quisieron faltar la actual presidenta de las Cortes, Silvia Clemente, acompañada del presidente de la Diputación, Francisco Vázquez, el diputado socialista, Juan Luis Gordo, y alcaldes y representantes de municipios de la zona tan próximos como Sepulveda, Riaza y Grajera, localidad natal del torero tristemente fallecido el pasado 9 de julio en la plaza de toros de Teruel.

Sobre el ruedo se vivió todo un rosario de emociones, que empezaba con un minuto de silencio en recuerdo a Víctor Barrio, que no olvidemos vivió en la plaza de Cantalejo sus mejores tardes. Siguió con la aparición sobre el ruedo de su mujer, Raquel Sanz, y los padres del torero, que fue recibida con una gran ovación, y también hubo cante flamenco, un reconocimiento a la peña de Amigos del torero de Sepúlveda, y terminó con el simbolismo de una suelta de palomas…seguida de una salva de aplausos, mientras un grito salió del tendido: «Viva la fiesta de los toros!.

Una vez empezada la corrida, se siguieron viviendo momentos tan sensibles como el brindis de Enrique Ponce, en su primer toro, a la esposa y familia de Víctor, pronunciando estas palabras: «no hay palabras para mitigar vuestro dolor..Víctor que entregó su vida por el toreo, está en nuestro corazón y en nuestra memoria… y estamos orgullosos de su toreo y de su arte». Y después, de igual manera, vendrían los brindis de David Mora y Daniel Luque.

Los tres pusieron después sobre el ruedo lo mejor de su arte. Empezando por Ponce, que estuvo en maestro, y lo demostró mandando parar la música para someter a su segundo toro de la tarde, y arrancarle la segunda oreja a base de exposición, para enseñar al toro por donde tenía que pasar. Y que creen ustedes que sucedió…pues que el toro pasó allá por donde el torero valenciano le llevó en los vuelos de su muleta. A Ponce no le queda nada por demostrar, pero en Cantalejo demostró «toreando» y con su gesto y sensibilidad ser todo un maestro de toreros.

A la estela y el gesto de Ponce se sumó David Mora,( también donó sus honorarios para el monumento a Barrio) con un toreo templado y profundo. El madrileño dibujo sobre el ruedo los mejores naturales de la tarde, enganchando al toro con la muleta por arriba, para rematar los muletazos por abajo, con el toro completamente sometido, en una imagen bellísima de poderío y de arte. Lo que demuestra que es un torero felizmente recuperado, al igual que lo es Daniel Luque, que clavó las zapatillas sobre la arena, diciendo «aquí estoy yo»,  y demostrando que sabe torear con mucha verdad.

Lo hizo de forma primorosa en su primero, que metió la cara en el capote, y en la muleta fue ese gran toro con el que sueñan todos los toreros. El sevillano dio un auténtico recital «toreando en un palmo de terreno» y fue el  triunfador de la tarde, cortando tres orejas, y de esta manera salir todos por la puerta grande. Para los mas puristas hay que decir que la corrida de José Cruz no fue la tonta del bote. Tenía mucho que torear. Fue el final deseado por todos…Un sueño que alcanzó también en esta misma plaza Víctor Barrio, y a su esposa Raquel, viendo ese final, la vimos por un instante «sonreír».

Raquel Sanz, en el tendido de la plaza de Cantalejo.