Victorino Martín con la Junta Directiva de la asociación cultural taurina «La Empalizada».
El ganadero Victorino Martín García fue el protagonista de la segunda de las charlas taurinas organizadas por la asociación cultural taurina La Empalizada de Montemayor, y al igual que ocurriera con su primo Adolfo Martín días atrás en Cabezuela, la sala Vértice de esta localidad se quedó pequeña para albergar a los casi 200 aficionados que se dieron cita en esta localidad vallisoletana.
Victorino hijo no defraudó ante la expectación despertada, y sus primeras palabras fueron para destacar el legado y los valores de la tauromaquia, «un mundo maravilloso, en el que la base de todo son los aficionados» como los presentes en la sala. Y a continuación y no dudó en lanzar una puya a las gentes de la política «por no defender el mundo rural, muy olvidado por la gente que nos gobiernan», señalaba el hijo del ganadero de Galapagar.
El ganadero hizo una defensa de los valores de la tauromaquia.
Después la charla moderada por Fernando Fernández Román transcurrió por otros derroteros en las que salieron a relucir las anécdotas del mundo del toro, y Victorino Martín habló de las claves de su ganadería en la que resaltó la importancia de la selección, (tienes que ser muy exigente en lo que uno hace) porque la bravura es un conjunto de caracteres que definen un comportamiento. «Todo influye en la crianza del toro de lidia», señalaba Victorino, que criticó que en la actualidad, por la reducción de espacios en las ganaderías, «se está criando un toro de forma artificial».
Habló también como no de los toros que han dado nombre y prestigio a su hierro, Murciano, Jaquetón, Pocapena,y mas recientemente Cobradiezmos, y destacó la importancia de la lidia, ya que según su opinión «en los años 80 y 90 se ha despreciado al toro y se ha quitado importancia a la lidia». Y en este sentido no dudó en señalar que las figuras del toreo actual «están muy cómodos», y «si no fueran tan egoístas serían mucho mas importantes».
Victorino Martín y el crítico taurino Fernández Román.
Y terminó, tal y como empezó el coloquio, haciendo una firme defensa de la cultura del toro, afirmando que «tenemos una joya de la que tenemos sentirnos orgullosos» un mundo maravilloso señalaba Victorino que «hemos heredado y que ha evolucionado a través de la historia del hombre». Esos valores eternos los guarda la tauromaquia y «tenemos que defenderlos y no amedrentarnos», dijo alto y claro Victorino. Ni que decir tiene que salió por la puerta grande.
Lleno de no hay billetes.
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