Carlos Soto y su Folk Quintet sobre el escenario de la plaza Mayor de Cuéllar.
Las fiestas de Cuéllar comenzaban de hecho en la jornada de ayer con una costumbre que ya se ha hecho tradicional como es la visita a las peñas por parte de la Corregidora, las damas y la Corporación municipal. Y mas allá de este acto tradicional, lo hacían alrededor de la medianoche con el concierto de Carlos Soto y su Folk Quintet y como no de los Punkifolkis, la banda de Pepe Colás, en la plaza Mayor de la villa, en una noche en la que los músicos cuellaranos tuvieron un especial protagonismo.
Y lo fue así porque a la formación de la banda de Carlos Soto, que cuenta en su formación con Ricardo Ramos, se unía también su hermano Luis Ramos, a la percusión, algo que ya es habitual en bastantes de sus conciertos, y que aportaba al concierto un aire mas tradicional, con el elemento añadido de la sonoridad de la dulzaina. El músico vallisoletano, a la flauta y saxo, acompañado de su inseparable Maria Desbordes, desplegó todo su buen hacer sobre el escenario, y de la mano de excelentes músicos como son Ricardo Ramos, a la percusión y dulzaina, Cesar Díez, al bajo eléctrico, Carlos Martín Aires, a las guitarras y el mencionado Luis Ramos, ofrecieron un concierto singular, en el que el público disfrutó con ese toque personal que Soto aporta a sonidos tan tradicionales como la jota, los fandangos o el corrido de Sepúlveda con el que finalizaba el concierto.
Los Punkifolkis se entregaron ante su público.
Y el momento álgido de la noche se alcanzaba, a partir de la una de la madrugada, cuando subieron al escenario Pepe Colas y los Punkifolkis, que elevaron la temperatura de la noche con su música festiva y temas ya tan conocidos como el de «la bajada de la calle de San Pedro», ante un público incondicional que disfrutó y mucho con las canciones de los cuellaranos, que terminaron su concierto con «el pasacalles del Embudo». Se puede decir, sin temor a equivocarse, que fue el final perfecto para la primera noche de fiestas, en la que hay que añadir que la charanga cuellarana Noche y Día se encargaba de animar el ambiente hasta bien entrada la madrugada.
Imágenes. José Ignacio Sánchez
La plaza Mayor repleta de público siguiendo el concierto de los Punlkifolkis.
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