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La dulzaina «por montera» en Hontalbilla

Los Dulzaineros de Hontalbilla.

La dulzaina, con mayúsculas, fue la gran protagonista del II certamen de este género celebrado en la jornada de ayer en Hontalbilla, donde el centro cultural Fuenteblanca se quedó pequeño para acoger al casi  medio millar de amantes de la música tradicional que se dieron cita en esta localidad para ver in situ a Los Pajares, Los Ramos, el grupo Plaza de Castilla, de Madrid, y los Dulzaineros de Hontalbilla.

Y el viaje mereció hasta Hontalbilla mereció la pena, porque sobre el escenario los cuatro grupos dieron lo mejor de si mismos. Abrieron el certamen los de Hontalbilla, con una rebolada y unos bailes corridos, para continuar después con un pasodoble y terminar estrenando la Jota de Hontariego, con una interpretación realmente brillante.

Los Pajares, de Fuentesauco de Fuentidueña.

Después vendría el turno a Los Pajares, Oscar y Álvaro, que se adentraron en el terreno de la música mas tradicional, por la senda del cancionero de Agapito Marazuela, y Álvaro Pajares exprimió su dulzaina  para extraer el sonido «de antes», en las interpretaciones de los temas del maestro. Magistral Álvaro, no se olvido de su maestro mas cercano, el tío Vicente, interpretando la Jota del Repiqueteo, y terminando con una mazurka aprendida del maestro.

Los Ramos, Alfredo y Ricardo, recogieron el testigo, y siguieron por la senda abierta por los de Fuentesauco, interpretando primero unos toques de toros, para seguir con una entradilla y un fandango del maestro Agapito, y continuar con unos bailes corridos recuperados por García Matos, de Nava de la Asunción, con una interpretación realmente brillante de Alfredo, que dejó literalmente ensimismado a todo el auditorio, y remataron su actuación con una jota del Bajo Aragón y las Habas verdes.

Hermanos Ramos.

Finalmente, cerraron el festival  los madrileños de la escuela de Folklore Plaza de Castilla, que convirtieron el auditorio en una fiesta con sus ritmos mas bailables, con sus boleros, jotas y pasodobles, que hicieron a una parte del público levantarse de sus asientos para bailar a los sones de las dulzainas de los madrileños. Y esto fue todo amigos.

Plaza de Castilla.

Autor: Redacción Cuéllar

Muévelo

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