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Colores de Bretaña y Normandía (9)

  • Bayeux

El viaje es uno de los muchos rostros que tiene la felicidad (J. Saramago)

Andanza 9

Dejamos estas playas tan conocidas y caminamos hacia el interior de las tierras normandas. Todo se va convirtiendo en verde. Los bosques nos envuelven otra vez. Son los bosques que a lo largo de la historia han permitido a los normandos construir barcos con los que llegaron a hacerse presentes en media Europa. Su origen fue vikingo hasta que el rey francés, Carlos el Simple, les dio las tierras del Condado de Normandía para que se establecieran y las defendieran de los constantes ataques de sus hermanos vikingos del norte. Aquí se hicieron formales, se cristianizaron, adoptaron la “la langue d´oïl” y se hicieron más franceses que ninguno.

Hasta entonces las tribus vikingas habían estado asaltando y masacrando los puertos europeos del Atlántico y Mediterráneo durante os siglos IX y X. Eran conocidos y temidos en todas las costas de la península Ibérica. Se establecieron en Guetaria, atacaron, Santiago, La Coruña y varias veces Lisboa. Llegaron a Al Andalus y remontaron el Guadalquivir hasta saquear la Sevilla de Abderraman II. En el año 859 subieron por el Ebro, saquearon Zaragoza y remontando el río Arga llegaron a tomar Pamplona, haciendo preso a su rey García Íñiguez. Cobraron un rescate de 70.000 dinares de oro, según las crónicas. Eran conocidos por sus famosos “drakkars”, barcos muy manejables de hasta 50 remos y tan ligeros que podían cargarlos al hombro para pasar de un río a otro. No hacían prisioneros.  Esos eran los vikingos y ésas eran sus hazañas por todas las costas europeas. La historia sin embargo los ha tratado con cariño romántico. 

Llegamos a Bayeux donde se guarda uno de los tesoros normandos. Es el conocido Tapiz de Bayeux, un gran lienzo de lino con bordados en lana de 70 metros de longitud y 50 cm. de anchura. Es una obra maestra y única del siglo XI donde en múltiples escenas se narra los preparativos de la Batalla de Hastings, de 1066, cuando los normandos cruzaron el Canal de la Mancha con una gran flota, derrotaron a los ingleses y Guillermo el Conquistador se convirtió en rey de Inglaterra. Hay bordados hasta  626 personajes que son un valioso documento de la vida de la época : cortan árboles, transportan, cocinan, construyen barcos, bailan, comen y beben, conversan, se divierten, guerrean… todo esta bordado con un minuciosidad increíble. Es toda una lección de historia viva. No tenemos demasiados testimonios porque no permitían fotos ni videos, como es comprensible, en una pieza tan delicada. Es un milagro que se haya conservado así una pieza textil tan delicada. 

Fue el período dorado de los normandos que llegaron hasta dominar Sicilia donde dejaron su sello en la arquitectura militar y religiosa en los grandes monumentos de Palermo o Monreale.. Con sus andanzas fueron extendiendo por Europa los logros arquitectónicos del románico y luego del primer gótico. Nuestra catedral de Cuenca es reconocida como de estilo normando. Inició su construcción el rey Alfonso VIII y tuvieron mucha mano toda la corte normanda que se trajo su esposa Leonor de Inglaterra.

Continuamos por tierras del interior hasta Caen, una de las ciudades que más sufrió durante la batalla de Normandía. Buena parte de sus edificios quedaron destruidos. Se salvaron sus joyas arquitectónicas, las conocidas Abadía de los Hombres y Abadía de las Damas. El Ayuntamiento de la ciudad hoy se ubica en las dependencias de los frailes de la Abadía de los Hombres. 

Es curiosa la historia de la construcción de ambas. Guillermo el Conquistador y su mujer Mathilde de Flandes fueron “condenados” a construir sendas Abadías como penitencia por haberse casado siendo primos. Las obras fueron muy rápidas, por las riquezas que llegaban de Inglaterra, recién conquistada en 1066. En apenas doce años estuvieron terminadas. Son el típico ejemplo de la arquitectura normanda y fueron imitadas en buen número de catedrales y abadías, sobre todo en Inglaterra. La Abadía de los Hombres, aún siendo románica, terminó su construcción con las que se dice que son las primeras bóvedas ojivales, marcando el inicio del gótico que se extendería un siglo después.

Ambas abadías han tenido un devenir histórico semejante, con hundimientos y destrucciones sobre todo en los conflictos de la Guerra de los Cien años y en las guerras de religión de los siglos XVI y XVII. Estaban ocupadas por monjes y monjas benedictinas que fueron desalojados tras la Revolución Francesa. Después tuvieron múltiples usos, hospital de pobres, refugio de guerra, dependencias administrativas… Hoy son un ejemplo de la recuperación de un patrimonio que nos cuenta la historia de todos.

Terminamos el recorrido de hoy en unos pueblos del interior de Normandía. Nos sorprenden por lo cuidados que están. Flores, limpieza, tiendas admirables… Estamos en Vimoutiers y leemos que fue destruido completamente en 1944 por los bombardeos americanos. Casi no podemos creerlo viendo este luminoso pueblo actual. Han reconstruido hasta la enorme iglesia. Vemos esta vida rural muy diferente de la vida de nuestros,q ue siempre nos habla de abandono, olvido, despoblación y vacío económico. En Livarot, el pueblo de al lado hay una gran fábrica de quesos que trabaja con los famosos quesos de Normandía, donde sobresale el Camembert. Pero también nos animamos a probar el Pont-l´-Evêque, el Neufchâtel y, por supuesto, el Livarot. Todos se elaboran aquí. Ya nos avisaron que estos quesos son malos compañeros de viaje… y al día siguiente lo comprendimos bien. Luego nos acercamos al pueblecito de Camembert el que ha dado nombre al más conocido. Son apenas cuatro casas, una iglesia y un ayuntamiento que parecer guardar las esencias y los antiguos secretos del mejor queso de Francia. 

Autor: Jesús Eloy García Polo

Muévelo

1 Recado

  1. Gracias por tan informativo sinopsis!

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