Escuela de Dulzaina Collara.
La Escuela de Dulzaina Collara de Cuéllar saca su primer trabajo discográfico, Sones Festivos, después de los meses más duros de pandemia.
El objetivo con este trabajo no ha sido otro que el de mantener a los alumnos activos y motivados en un tiempo en el que los conciertos y certámenes desaparecieron de nuestros calendarios, y a la vez tener un recuerdo entre nosotros en forma de grabación «casera». Pero a la vista de la situación se ha optado por hacerlo de forma más profesional, y contar con Luis Ros y Mr Hugge Recording Studios, de Tafalla, para la masterización.
Todos los temas han sido grabados y mezclados por el profesor de dulzaina de la escuela, Javier Pilar, en la Escuela de Dulzaina Collara y en este trabajo han participado todos los alumnos de dulzaina que durante ese curso estuvieron matriculados.
El repertorio del disco no es muy usual de dulzaina, pero siguiendo unas pautas de estilo y el ejemplo de los dulzaineros antiguos, se ha considerado que es adecuado para el repertorio de la dulzaina, que siempre ha llevado a las fiestas de los pueblos mezclando tradición y renovación.»Una mirada a la modernización de la dulzaina, sin olvidar de dónde venimos».
Como colaboradores se ha contado con músicos habituales: Óscar Pilar (bombo), Rodrigo de la Cal (guitarra), y los cuellaranos Simón García (caja), Mario García y Fernando Olmos (dulzainas). Y las colaboraciones especiales han corrido a cargo del gran guitarrista cuellarano; Miguel Fraile,Juan Oliveros, de San Miguel del Arroyo, con el bajo; Alberto Cid Pérez de Musical Segovia con el acordeón; Jesús Cifuentes de Celtas Cortos, que pone voz a su mítico «20 de abril», David Iborra y Enrique Vélez de la charanga Strapalucio, referente en el mundo charanguero, tocando percusiones y tuba respectivamente. Eduardo Gómez Escobar, dulzainero de Garcillán; y dos músicos jóvenes, Diego Cordero y Luis Martín, estudiantes en los conservatorios superiores de música de San Sebastián (Musike) y Granada tocando el trombón y la trompeta respectivamente.
El prólogo del disco ha sido escrito por Toño Campomanes, músico percusionista del grupo Candeal y el diseño ha corrido a cargo de la empresa cuellarana “CuéllarPrint”.
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